Últimamente, Mayorga se manifiesta avilesino de pro, tanto como la ría o los "slabs" de Arcelor. En marzo del año pasado el teatro Palacio Valdés acogió el estreno nacional de su última función: la que se verá en el teatro de Craiova el próximo día 25. Una pasada. Bobby Fischer contra Borís Spassky y, todo junto, dentro de un mundo paralelo de ficción, cuento y aplauso. Lo dicho, una pasada. Pero esto no es nada. El 24 de febrero de 2012 debutó como director de escena con un homenaje a Santa Teresa de Jesús: "La lengua en pedazos". Fue en el teatro de Los Canapés, cuando el Palacio Valdés sobrevivía a su segunda restauración. Por aquel espectáculo le dieron el Premio Nacional de Literatura Dramática. O sea, al mejor escritor de teatro de España de los últimos tiempos le van a aplaudir al otro lado del Danubio. Una fortaleza de las buenas que coloca a Avilés, en consecuencia, en la primera línea dramática. Y eso está requetebién.
Todos estos reconocimientos están previstos para ya: entre los próximos días 23 y 26 de abril. Mayorga se suma a una lista de galardonados de primera: Melina Mercouri, Harold Pinter, Michel Piccoli o Peter Brook, entre otros. "Se trata de un reconocimiento que conceden personalidades del teatro europeo a las que respeto y que han recibido antes creadores a los que admiro. Por otro lado, se entrega en el marco de una fiesta europea del teatro, y voy a estar acompañado por personas que conocen mi trabajo y que van a participar en jornadas de debate sobre él. Por todo ello, me siento agradecido y contento. En todo caso, pienso que cualquier premio, antes que como un reconocimiento del trabajo pasado, hay que tomarlo como una exigencia para el trabajo futuro", señala el dramaturgo a LA NUEVA ESPAÑA. Y es normal, Mayorga es un tipo tan discreto que se siente desproporcionado. A él no le gusta nada que le recuenten sus galardones, pero ahí van: el Premio Nacional de Teatro (2007), el Valle-Inclán (2009), el Ceres (2013), "La Barraca" (2013), el Nacional de Literatura Dramática (2013), el "Max" al mejor autor (2006, 2008 y 2009) y a la mejor adaptación (2008 y 2013). Y es candidato ahora a la mejor dirección -por "Reikiavik"- y, de nuevo, a la mejor autoría, por el mismo espectáculo. Pero no sólo eso: "Reikiavik" aspira al galardón al mejor espectáculo. Los naturales de Craiova conocerán de primera mano lo que los avilesinos degustaron, primigenios, hace más de un año. Y fijo que se quedarán tan contentos como nos quedamos los que asistimos a aquella primera función.