La leyenda del monje irlandés Brandán, del siglo VI, que viajó durante siete años por el océano Atlántico junto a catorce religiosos en busca del paraíso terrenal y llegó a la isla de San Balandrán, centra el cuento "Samalandrán. Islla de lleendes", que Víctor Raúl Pintado Rey, "Vitu", presentó ayer ante un grupo de alumnos del colegio Principado.

En la Factoría Cultural, el maestro avilesino relató a los jóvenes cómo se gestó este proyecto didáctico que comenzó como una actividad sociocultural del Grupu infantil Villa Allegre para, posteriormente, extenderse por diferentes colegios de Asturias. Explicó que durante una visita con el grupo ornitológico Mavea a las dunas de Zeluán conocieron a José Rodil Díaz, "Pulido", que recogía maderas, ocle y demás objetos que dejaba la mar al bajar la marea, para su reutilización.

Era el último ruchero de la ría de Avilés. La historia de este personaje le llevó a profundizar en las leyendas en torno a San Balandrán, cuyo topónimo "ha provocado diferentes teorías. Desde la postura más romántica que asegura que el mítico monje pisó suelo avilesino en el siglo VI, pasando por los que defienden que algún marinero irlandés bautizó así a la isla, a los que señalan que el nombre se debe a un barco de nombre San Balandrán que a finales del siglo XIX estuvo ahí varado largo tiempo. Aunque parece que esta última puede ser la más probable, no existen pruebas documentales que demuestren la existencia de este hecho", indicó el profesor de Educación Infantil.

El cuento, escrito en asturiano y con dibujos de Raquel Álvarez -conocida como Niña Rata-, está protagonizado por Salia y Asur, una pareja de raqueros -rucheros en asturiano- que viven emocionantes aventuras con corsarios malvados, tesoros escondidos, islas misteriosas y pergaminos con palabras sagradas. En el relato, San Balandrán, comentó Vitu Pintado Rey, "es la isla misteriosa relacionada con los viajes del legendario monje irlandés que visita la costa cantábrica asturiana". Pero además de recuperar una leyenda, el cuento, añade su autor, busca "dar luz a algunas de nuestras costumbres más antiguas, como las tradiciones populares de la pascua asturiana -la fumaza, los güevos pintos, les pegarates- y la práctica de ir al raque, a la rucha en Asturias".

La presentación en la Factoría Cultural también contó con la presencia de Niña Rata, que mostró a los menores algunos borradores y dibujos coloreados para que los alumnos del colegio Principado pudieran ver cómo es el proceso de elaboración de los personajes y la ilustración de un cuento.