La congregación Lumen Dei tiene interés en que varios de sus miembros se alojen en la residencia que ocuparon en su día los franciscanos, antiguos gestores de la iglesia de San Antonio de Padua, conocida popularmente como de los Padres. Según ha podido saber este periódico, integrantes de esta asociación de fieles han visitado el inmueble de la calle Ferrería, situado junto al Museo de Historia Urbana de Avilés, como parte de los movimientos que están realizando para encontrar una sede en Asturias. El Arzobispado de Oviedo no se pronunció ayer sobre este asunto, aunque sí dejó claro que no está previsto realizar cambios para que el Lumen Dei se haga cargo de la gestión del templo de la plaza de Carlos Lobo de inmediato. "El Arzobispado desmiente esta información y afirma que la iglesia de San Antonio de Padua ha estado y está bajo la responsabilidad pastoral del sacerdote diocesano nombrado por el Arzobispo de Oviedo, sin que haya previsto ningún cambio al respecto", señalaron los responsables de la diócesis en un comunicado. Este religioso es Ángel Fernández, antiguo párroco de Sabugo.
La posibilidad de que el Lumen Dei ocupe las antiguas instalaciones de los franciscanos ha levantado una gran expectación entre el clero y entre muchos fieles avilesinos, que han girado la vista en los últimos días hacia uno de los templos más emblemáticos de la ciudad, dependiente de la parroquia de San Nicolás de Bari. Este colectivo católico inició hace unos meses una ronda por varios establecimientos religiosos asturianos para buscar una residencia. Aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre su nuevo alojamiento.
No obstante, según fuentes del Lumen Dei, una de las opciones favoritas para los miembros de la congregación es el edificio que ocuparon en su día los franciscanos, enfrente a la iglesia de los Padres. Se trata de un inmueble de tres plantas que sustituyó al viejo convento, anexo al templo y derribado hace un lustro.
El Lumen Dei atraviesa en la actualidad una etapa de estabilidad y crecimiento después de la crisis que provocó su intervención por parte del Vaticano, tras denunciar la diócesis de Cuenca supuestas irregularidades de tipo económico y el incumplimiento de normas morales de la Iglesia. Desde hace más de ocho años, el actual arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, es el encargado de dirigir esta organización, fundada por el jesuita praviano Rodrigo Molina y que cuenta tanto con religiosos como con seglares. Buena parte de la actividad pastoral y solidaria de la congregación se ha desarrollado en países de Sudamérica, especialmente en Perú, donde regenta comedores infantiles y ofrece ayuda a familias que sufren carencias económicas.
