Como una marea, el gran desfile que puso el broche de oro al Festival Intercélticu arrastró a una multitud desde El Parche hasta la pista de la Exposición. Y es que los avilesinos no quisieron dejar pasar la oportunidad de despedir a las bandas participantes en el certamen. Por ello, ni el gris del cielo, ni la amenaza de lluvia, impidieron que se contasen por cientos los miembros de la comitiva que, al son de las gaitas y los tambores, recorrieron las calles del centro de Avilés en la última jornada de un certamen calificado de "éxito" por público y participantes.

"Vinimos casi todos los días y, la verdad, que nos gustó todo en general.", aseguraron Ángeles Búrdalo y Tino Alonso, avilesinos que disfrutaron de la jornada de clausura del Intercélticu en Las Meanas. La principal novedad de esta edición -la vigésima- fue la elección de la pista de La Exposición como centro neurálgico del certamen, una decisión a la que la pareja encontró "sus pros y sus contras". "Me gustaba más cuando se concentraba todo en El Parche, pero es cierto que aquí hay un espacio más amplio y pueden tener unos puestos fijos durante toda la semana", justificó Alonso.

También "encantado" con la celebración del festival en su ciudad, Javier Iturrioz destacó "el ambiente" como principal punto a favor del Intercélticu. "Este año con los puestos y la carpa está todo muy completo. Además, también supone un reclamo para los turistas", declaró el avilesino. Precisamente, Santiago Franco, zaragozano que está pasando unos días en Villaviciosa, decidió dejarse caer por Avilés cuando supo del certamen. "Cuando me enteré de que había un festival celta no me lo pensé dos veces. Estuve en uno en Francia hace años y me lo pasé genial, por lo que estaba deseando volver a otro", reconoció el maño.

Pese a que en Posada de Llanera se celebran las fiestas del Cruce, José Manuel Franco y Natividad Rodríguez, vecinos de la capital llanerense, prefirieron acercarse a Avilés para disfrutar del sonido de las gaitas. "Había estado aquí hace unos años, con un amigo irlandés que cantaba música celta, y ya me había gustado mucho", explicó Franco que, junto a su mujer, realizó todo el desfile con las bandas. "Me esperaba que hubiese más grupos, pero me quedé sorprendida cuando vi la cantidad de gente que seguía la procesión. Es increíble", confesó Rodríguez.

Además de los visitantes, los propios músicos también disfrutaron del festival. "Era la primera vez que veníamos y nos lo pasamos muy bien", reconoció Iago Correa, integrante de la banda de gaitas de Xinzo de Limia. "Hay muy buen ambiente entre los grupos, el edificio Fuero, en el que nos alojamos, es muy moderno y en general estuvo todo muy bien. Fue una experiencia muy buena", agregó su compañero de filas, Jorge Joga, quien destacó que lo que más le había gustado del certamen fue "el desfile y el encuentro entre las bandas". Los jóvenes gaiteros coincidieron en afirmar que, si pudiesen, repetirían "sin dudar".