El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha cedido a la presión del sector pesquero y anunció ayer que pospone el cierre de la pesquería del bonito del Norte en el Océano Atlántico hasta el miércoles de la próxima semana -5 de octubre-. La decisión de la Secretaría general de Pesca de clausurar el caladero esta pasada medianoche generó ayer una riada de críticas procedentes tanto de los profesionales como de los políticos por el escaso margen de maniobra que dejaba a los afectados. Los responsables pesqueros de las comunidades afectadas por la medida -Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Andalucía y Canarias- estuvieron en todo momento en contacto para instar al Ministerio a que cambiara de opinión por el perjuicio que ocasionaba a la flota. Y es que muchos barcos acababan de salir de sus puertos base cuando recibieron la noticia del cierre.

El motivo por el que el Ministerio ordenó de forma tan urgente -con apenas un día de margen- el cierre de la costera es porque la flota ya ha consumido 1.400 toneladas más de la cuota de bonito que tenía para este año. "El seguimiento de las capturas de bonito es fácil de hacer y no tiene que dar estos sustos a la flota. Esta medida no solo afectaba a los pescadores, también a las empresas conserveras, que aún tienen que comprar producto", explicó ayer el director general de Pesca del Principado, Alberto Vizcaíno. Por ese motivo, el responsable regional confía en que el próximo año la Secretaría de Pesca vaya realizando una progresión de la campaña y advierta con tiempo del consumo y de la fecha del posible cierre.

Vizcaíno, por otro lado, valoró la buena costera de bonito de este año, con un importante volumen de descargas del Principado y la salida de las embarcaciones más pequeñas. "Lo siento por los barcos pequeños, que aunque pescaban poca cantidad de bonitos, estos tenían muy buen peso", comentó.