Mayores controles para las emisiones de benceno procedentes de las baterías de coque por parte del Principado, que exigirá a Arcelor la instalación antes de final de año de dos nuevos medidores, uno en el entorno de Llaranes y otro en el polígono de la ría, que se sumarán a las dos estaciones ya existentes. La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, además, realizará una campaña de "medidores itinerantes", que colocarán en los núcleos poblados. "Correlacionaremos todos los datos en los primeros nueve meses de 2017 para hacer un seguimiento y así controlar mejor la evolución de este contaminante. Las dos estaciones actuales dan valores muy por debajo del límite que marca la ley, que es anual, pero es verdad que son sensiblemente superiores a los de fechas precedentes", aseguró ayer la consejera Belén Fernández antes de participar en una reunión de seguimiento del Plan de Calidad del Aire de Avilés, celebrada en la sede del Puerto.

El Principado tiene previsto publicar la próxima semana la revisión de la autorización ambiental integrada de Arcelor, en la que se han establecidos "límites cuantitativos de benceno". "Trabajamos desde distintos frentes para atajar el problema, que es un reto para la salud", afirmó la responsable regional de Medio Ambiente.

En la reunión, los asistentes también abordaron otro de los grandes problemas de contaminación de la comarca, las partículas de PM10. En ese sentido, Fernández aseguró que los datos constatan "una mejora generalizada" tanto en la media anual como la diaria, con una reducción de entre el 10 y el 20 por ciento respecto al año anterior. El "talón de Aquiles" sigue siendo la estación del Matadero. "Mejora algo la media diaria pero 2016 acabará con incumplimiento", reconoció. Por ello, la Consejera anunció nuevas medidas y esfuerzos para conseguir "vencer la resistencia de la estación por dar niveles dentro de los límites normales". Así, el Principado trabaja en una revisión de las condiciones de las autorizaciones ambientales de las empresas potencialmente contaminantes del entorno industrial y portuario. "Algunas condiciones que antes eran recomendaciones, ahora serán más deterministas y se elevará el nivel de obligatoriedad. También se exigirá un sistema de autocontrol a las empresas, de tal manera que la administración pueda realizar controles aleatorios para tener un control más exhaustivo de la actividad portuaria", explicó Belén Fernández.

Otra de las medidas que quiere aplicar el Principado es consensuar con la Autoridad Portuaria la instalación de un sistema de videovigilancia en el conjunto de las instalaciones "para tener datos en continuo y en tiempo real". "Estos los podremos relacionar con los datos de la estación de medición y así contar con una información más exhaustiva y certera para atajar con más eficacia el problema", añadió.

La Consejera rechazó las críticas del colectivo ecologista, que denunció que los cañones atomizadores se habían instalado junto a la estación del Matadero. "Habrán sido criterios técnicos los que han primado en la decisión de colocar esos cañones", aseguró. Belén Fernández aprovechó la ocasión para valorar las medidas que está realizando la Autoridad Portuaria de Avilés para "revertir esta situación indeseable". "Hay que poner en valor su esfuerzo y compromiso, innovando e invirtiendo cantidades muy sustanciales de dinero para contribuir a este reto, que es ambiental y humano. Estamos hablando no solo de calidad del aire sino también de un compromiso con los ciudadanos", concluyó la responsable regional.

Los vecinos, contra la polución

Un grupo de vecinos de la comarca se manifestó ayer delante de la sede de la Autoridad Portuaria de Avilés para protestar contra los altos niveles de contaminación, centrados, sobre todo, en el entorno portuario. En la imagen, asistentes, ayer, a la concentración, que coincidió con una reunión de la comisión de seguimiento del Plan de Calidad del Aire.