La firma "rápida, tensa y deliberadamente ilegible" de Susana Díaz delata a una persona "hermética, íntegra y resolutiva" y Pedro Sánchez deja una huella caligráfica "semilegible, angulosa y con ocultación del nombre", lo que el experto en grafología Manuel Moreno interpreta como propio de una persona "narcisista en extremo, diríase que a punto de rayar en el complejo". Moreno, que ayer presentó en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés su libro "Anima Mundi, la silenciosa presencia de lo inconsciente" se prestó a hacer un análisis grafológico de las firmas de los dos líderes socialistas que desde el pasado viernes acaparan la atención mediática del país y su conclusión es que, salvo en la ambición que ambos atesoran, son muy diferentes.

El experto deduce de la firma de la presidenta de Andalucía, la mujer que activó la espoleta que hizo saltar el PSOE por los aires, "un carácter hermético en la esfera de lo privado, proclive a mantener una cierta reserva sobre su pensamiento". Díaz tiene la firma propia de una persona "íntegra, fuerte y resolutiva, dinámica y resistente al estrés, que cuenta con una aparente ventaja frente a otros líderes políticos: es como se muestra, para bien y para mal". La llamativa protuberancia con que Susana Díaz remata su firma formando una especie de bucle en sentido ascendente (ver fotografía a la derecha) "revela la enorme fortaleza de esta mujer, así como su agresividad ambiciosa o, si se prefiere, su ambición agresiva". Manuel Moreno añade que también detecta indicios grafológicos de una capacidad innata para trazar objetivos a largo plazo, "diría que Díaz trabaja siempre con una visión de largo alcance".

Frente a esto, Pedro Sánchez, el exsecretario general del PSOE "se ve que es un tipo de conducción agresiva, no tanto por ánimo ambicioso -que también- sino por puro narcisismo, el rasgo sin duda más característico de su personalidad (escribe todas las letras de su firma con mayúsculas)", explica Moreno. Las evidentes angulosidades de los trazos que componen la firma de Sánchez apuntan a un hombre "duro e intransigente" y la ausencia de desarrollo caligráfico del nombre propio (no así del apellido) apunta a "una persona a la que le importa muchísimo la percepción social que se tiene de él; nuevamente el narcisismo hace acto de presencia". El analista concluye que "sin duda alguna Pedro Sánchez tiene muy buena imagen de sí mismo".

Manuel Moreno dedica precisamente un capítulo de su último libro a la influencia de la psique inconsciente en la escritura autográfica, una expresión de la personalidad que, según sostiene este experto, revela muchos datos sobre los valores que condicionan el comportamiento de los sujetos estudiados.