"Lúa" e "Irlanda" hicieron ayer rejuvenecer a un grupo de usuarias del centro de mayores de Las Meanas. Estas border collie de cuatro y trece años (28 y 91 años, si trasladamos su edad a la de los humanos) protagonizaron un taller de terapia con perros impartido por la asociación El Clan del Lobo, en el que sus adiestradoras mostraron los beneficios del trabajo con estos animales de cuatro patas. "La incidencia terapéutica es beneficiosa en los tres ámbitos, tanto en el físico, como el cognitivo y social. Para la gente con mayor nivel de dependencia, el perro es un elemento muy motivador que aporta lo que no aporta otro tipo de intervenciones", explicó Bárbara Mallada, terapeuta ocupacional.

"Lúa" es una perra de rescate, especializada en la búsqueda de personas vivas y fallecidas, e "Irlanda", un animal de pastoreo. Ambas están preparadas para terapias como la que ayer se desarrolló en el centro de mayores de Las Meanas y que contó con doce participantes, todas ellas mujeres. Este tipo de trabajos con animales llegan a tener beneficios para los pacientes, que hasta pueden parecer milagros. "Hemos visto a gente que no hablaba y que, en una sesión, decía el nombre del perro; a personas paralizadas que llegaron a moverse para acariciar al animal", explicó la adiestradora Laura Mallada.

Pese a los logros, este tipo de terapias siguen sin estar implantadas en la región. "Cuando presentas un proyecto te reconocen la labor terapéutica, pero no te lo admiten por las trabas burocráticas, especialmente en el ámbito sanitario (hospitales, centros de día y pediátricos). Aquí sigue existiendo una traba que en otros países ya han superado", añadió Bárbara Mallada.

En la sesión de ayer se mostró cómo es una terapia con perros para personas mayores dependientes. "Irlanda", "Lúa" y las usuarias del centro trabajaron cuestiones como la marcha o la memoria. "A mí se me da mejor el parchís que los puzzles", comentaba en pleno ejercicio Celia Vázquez, en el que participó junto a Luisa Rodríguez Pérez y Ana María Ferrero.