Nada menos que 107 firmas de diferentes sectores están vinculadas al hotel de empresas de La Curtidora: 70 están físicamente en el vivero y, el resto, tienen fijado su domicilio social en él. "El nivel de supervivencia de las empresas es del ochenta por ciento en tres años y del setenta por ciento en cinco", precisó ayer el concejal de Promoción Económica, Manuel Campa, que participó en el "Desayuno de otoño", una iniciativa que tenía por objeto presentar y fomentar las relaciones comerciales entre las 25 empresas que se asentaron en La Curtidora a lo largo de 2016, quince de ellas en el último semestre.

Cada uno de los emprendedores que participaron en la reunión explicó brevemente las líneas de su negocio ofreciendo sus servicios a sus colegas de despacho. Ramón Costales, de European Precision Group, fue el encargado de abrir el turno de palabra. Su empresa, explicó, está orientada entre otras cosas a la recuperación de filtros y equipos de procesos industriales. Y avanzó que su intención es tener en dos o tres años una firma con unos diez empleados. Continuó Raúl Álvarez Aguilar, al frente de Plan B, un estudio de diseño y comunicación creativa con dos años de vida. Omar Rodríguez Mayo se presentó como arquitecto -Omar Ro.Ma.- y ahondó en su currículo como investigador, fundador de arquitecturadeasturias.com, fotógrafo, dibujante y también colaborador de cine.

Fran Cobo presentó su Código: Escape, un juego en equipo, divertido y retador que se desarrolla en un escenario real. "Este negocio tiene mucho auge ahora y consiste en ir resolviendo pruebas de lógica para salir de una especie de bunker en un tiempo establecido", explicó el emprendedor. Y señaló que "es una actividad divertida para los trabajadores de empresas, despedidas de solteros...". Si bien se trata de una iniciativa novedosa, en La Curtidora hay otra empresa similar que lidera David Casado Gamo, Las celdas escape room. "Aquí estamos dos personas del sector y en Asturias creo que hay doce empresas por lo que estamos pensando en montar una asociación", manifestó. Coincidió con Cobo en que se trata de un juego "de pensar".

En el "Desayuno de otoño" presentaron también sus trabajos el fotógrafo René Estébanez y el ingeniero informático Raúl Fuente Vallina, con una firma orientada especialmente al comercio electrónico y las aplicaciones web. En La Curtidora, se dieron cita especialistas en material audiovisual como Javier Llorente, de Salucpro o Oscar Méndez, de Smym, una firma que está orientada a la representación comercial, a la consultoría y al asesoramiento de empresas. Ana Abati y Adrián Lorenzo presentaron a su vez Abside, una agencia de publicidad especializada en marketing, diseño gráfico y web que tiene entre sus clientes principales a "Berlitz Escuelas de Idiomas".

Luis Morodo Ruitiña, un veterano de La Curtidora, ofreció por su parte su ayuda a los nuevos emprendedores. Su empresa, Centro de Bienestar Costa Verde, está enfocada a mejorar el bienestar de los clientes bien desde un punto de vista nutricional o estético. "Se trata de cambiar hábitos", manifestó el emprendedor, que ha expandido su negocio por otros puntos del país. En La Curtidora también hablaron de planificar ahorros y de cajas regalo: Vivobox. Rodrigo Menéndez, por su parte, explicó que él es el enlace para invertir en México. Ofrece, dijo, asesoría y consultoría legal desde el hotel de empresas ubicado en Versalles. El último en intervenir fue Miguel Ángel Eiroa, al frente de la empresa Yes.

El edil Manuel Campa aprovechó el encuentro con los empresarios para explicarles brevemente en qué consiste el Plan de Emprendimiento 2020, una estrategia de trabajo diseñada con el objetivo de convertir a Avilés en una de las ciudades asturianas estratégicas para emprender, potenciando su papel activo en el dinamismo del Área Central de Asturias como polo de atracción y dinamización de la actividad empresarial asturiana. Los objetivos de este plan se asientan sobre los pilares que convierten a la ciudad en un emplazamiento óptimo para la instalación de nuevas empresas: su ubicación en el territorio, sus comunicaciones, su tradición y, de manera especial, las posibilidades que ofrece para desarrollarse en nuevas áreas de negocio que serán determinantes en las próximas décadas, como la tecnología, la industria, la cultura o el diseño.