El joven muelle de Valliniello quedará inscrito esta semana en el libro de los récords del puerto de Avilés debido a que será escenario de un embarque singular: la mayor pieza metálica nunca cargada en un barco, lo que es tanto como decir la mayor nunca construida en un taller de la ría. La empresa constructora del gigantesco ingenio es Idesa (perteneciente desde hace añenas dos años al Grupo Daniel Alonso). El destino de la pieza será Perú, más en concreto la refinería Talara de la empresa Petroperú, que se halla en pleno proceso de reconstrucción.

El reto que plantea este embarque es superlativo: las dimensiones de la pieza -73,6 metros de largo, 9,40 de alto y 8.15 de ancho-, así como su peso de 586 toneladas pondrán a prueba a máquinas y hombres. Para hacerse una idea del operativo, la longitud del equipo fabricado en el taller de Idesa es casi tanto como el de dos cancha de balonmano puestas una a continuación de la otra. Y debe ser izado de una sola vez, colocado a bordo del barco que lo transportará y asegurado en la bodega de forma conveniente para que llegue a su destino, a miles de kilómetros, sin moverse ni un centímetro.

La pieza llamada a romper una marca portuaria avilesina ya se halla depositada en el muelle de Valliniello, a donde llegó en un transporte especial por carretera; tiene forma de torpedo y en su punto de destino irá colocada en posición vertical, formando parte del laberinto de tuberías y equipos de la que será la mayor refinería del país andino. Junto a la pieza de mayor longitud nunca cargada en el puerto local, viajarán otras cuatro que también tienen pesos y dimensiones llamativas: dos superpesadas (714 y 738 toneladas) con 28,4 y 38 metros de longitud respectivamente; y dos más que se antojan "pequeñas" a la vista de los tamaños de sus compañeras de viaje: 22,5 y 25,5 metros de longitud con pesos de 164 y 71 toneladas.

El barco fletado para realizar este transporte es el "Mv Happy Buccaneer", un carguero construido en 1984 que navega con bandera de Holanda y que declara una eslora (longitud de proa a popa) de 146 metros. Debido a las características de la próxima carga que albergará en su bodega, el barco ya llegó a Avilés el pasado sábado y desde ayer se realizan en su interior trabajos preparatorios para recibir a bordo las grandes piezas que esperan en el muelle a ser cargadas. Esa tarea implica la preparación de los compartimentos donde irán los ingenios metálicos y la revisión de todos los equipos de elevación (el barco viene provisto de grúas propias de gran potencia).

Según han explicado fuentes conocedoras del operativo de carga, la pieza de mayor longitud viajará en el entrepuente del barco, con parte de su estructura al aire, y algunas de las que se alojarán en la bodega van a requerir del uso de carretones para, una vez a bordo, moverlas en sentido longitudinal hasta el lugar designado en el plano de carga para su aseguramiento definitivo. El espectacular operativo de carga, si no hay contratiempos, comenzará mañana, miércoles, a las 8.00 horas y durará al menos cinco días, según la previsión portuaria.

El Puerto de Avilés es uno de los más activos de España en lo referido a la exportación de gigantescas piezas de calderería; de hecho, el año pasado el muelle de Valliniello vio aumentar el número de toneladas de este tipo de mercancía que pasan por su explanada.