"La militancia va a elegir al nuevo secretario general y dependerá de quién sea elegido el ser capaz de construir la confianza. Cuanto más se confíe en el líder, más autonomía tendrá para tomar decisiones". Esta es una de las reflexiones que ayer realizó en Avilés el diputado socialista Ignacio Urquizu, uno de los "nueve sabios" que redactaron el texto de trece páginas que servirá de arranque para el debate ideológico del partido. Urquizu protagonizó en Avilés la apertura del ciclo "Diálogos con socialistas", que organiza el PSOE avilesino para sumarse al debate de la elaboración de la ponencia marco del próximo congreso.

Al reconocer la crisis que aqueja al PSOE, "y también a otros partidos, afirmó: "Siempre se dice que el PSOE es el partido que más se parece a España; cuando a España le va mal, al PSOE le va mal. La situación de crisis económica que derivó en crisis social y en crisis política golpeó a todos los partidos con más o menos fuerza, pero el socialista tiene una carga emocional especial". Pero aseguró: "Somos bastante optimistas, empezamos a ver la recuperación. España y el PSOE lo han pasado mal y ambos están saliendo de la crisis".

El diputado socialista animó a los militantes a que el intenso debate de los últimos meses se dirija hacia los contenidos. "Que empecemos a hablar sobre todo de políticas, de los retos del país, de en qué sociedad queremos vivir. Un debate racional y razonable sobre algo más allá de los candidatos. Intentar ordenar el debate". Afirmó, además, que el objetivo de abrir el debate de las ideas es fijar el perímetro, el marco ideológico y político en el que moverse. "Esperamos que todos los candidatos se metan dentro de ese perímetro, que va a ser resultado de la opinión de militantes, expertos, cargos... y no puede ser que todos estén equivocados. Si alguien se quiere salir del perímetro tendrá que explicarlo".

En lo que se refiere a los retos del partido, Urquizu explicó que en los años ochenta el gran éxito socialista fue "identificar los retos del país: construir la democracia, entrar en Europa, modernizar la economía..." Y ahora vuelve a ser el momento de ordenar el debate y detectar los retos de la sociedad como país. "Hablaremos de modernización tecnológica, de nuevas tecnologías, fiscalidad, mercado laboral, cómo modernizar nuestro estado del bienestar, de cómo combatir la corrupción, cómo hacer que la democracia sea más participativa..." Y añadió, respecto al reto social: "A veces no somos conscientes de que vivimos en la frontera más desigual del mundo, la del Mediterráneo".

Finalmente quiso dejar un mensaje de optimismo y de confianza en la socialdemocracia: "Es un proyecto europeo, no existe fuera de Europa, y entendemos que el mundo, o es socialdemócrata o no será". Por eso, aseguró que no se trata de un proyecto agotado, sino que tiene mucho futuro. "No es que la socialdemocracia esté en crisis, lleva en crisis desde que se creó, pero está en evolución constante. Es un camino por el que uno va transitando con un conjunto de valores y principios. No es un objetivo, sino una forma de entender la sociedad y el mundo".