"Esto es una auténtica barbaridad", afirmaba, ayer, uno de los espectadores que acudió al Centro Niemeyer a ver la "Crows Battle", una carrera de obstáculos de gran complejidad en la que los participantes dejaron sudor, algo de sangre y mucho esfuerzo. La mayoría de los "valientes" que hicieron caso omiso a las inclemencias del tiempo -viento, lluvia, granizo- acudió a Avilés con el ánimo de pasarlo bien y por diversión para saltar neumáticos gigantes, hacer equilibrios, portar garrafas llenas de agua, sortear contenedores de gran tamaño, pasar escaleras braquiales... Como Covadonga de la Era y Laura Campa, que llegaron desde Oviedo para sortear, por vez primera, los escollos de una prueba de estas características.

Antes que ellas compitieron los participantes "Elite" (25 personas), los que se jugaban la victoria en la prueba. Los actuales campeones del mundo de carreras de obstáculos, que se integran en el equipo gallego "Los Vengadores BeOne", fueron los grandes dominadores. El primero en cruzar la meta fue Cristhian Zarta (53:36), seguido de José Antonio Piñeiro (58:06) y Andrés Fontela (58:11). En mujeres, venció Paula Esteiro (2:57:07), también de "Los Vengadores", seguida de Miriam Araujo (2:57:54). En estos casos, no podían recibir ayuda para superar los obstáculos; sí en el caso de los corredores populares (más de 400 personas).

"La prueba estuvo muy bien, fue una carrera muy rápida. El final, sobre todo, es muy fuerte porque vas todo el rato suspendido y los brazos se resienten", destacó Zarta. Tanto él como sus compañeros son militares y participan en pruebas de pentatlón militar. Por eso, decidieron unirse en un equipo para recorrer España en las pruebas de obstáculos. "Esto es un deporte en pleno auge. Es solo el principio. En algunas comunidades ya está considerado deporte; en ésta, por desgracia, aún no", comentó Zarta. El atleta destacó que en una competición de estas características hay que compaginar "obstáculos, carrera y, sobre todo, mucha cabeza". "Es lo más importante en estas carreras", valoró Cristhian Zarta. La iniciativa también tuvo participantes de pequeño tamaño, ya que los niños también pudieron disfrutar de su propio circuito.

La "Crows Battle Avilés" estuvo a punto de no celebrarse. Cuando los organizadores -los clubes avilesinos Esportate y Lateral con la colaboración del Ayuntamiento de Avilés, la Fundación Deportiva Municipal, el Puerto de Avilés y el Centro Niemeyer- llegaron a primera hora de la mañana a la zona, el temporal hacía casi imposible su desarrollo. "Fue posible gracias a los voluntarios que pese al mal tiempo, vinieron", afirmó uno de los responsables de la cita deportiva.