"Respetamos la labor de nuestra Policía Local y queremos ser flexibles en el marco de las relaciones laborales, pero esa flexibilidad no puede ser confundida con que los agentes hagan lo que quieran". Este es el sentir del gobierno socialista de Corvera, preocupado por el pulso que según su punto de vista quiere echar un agente al parecer molesto por una discrepancia sobre los días de vacaciones. El citado agente presentó una demanda negándose a prestar servicio durante las fiestas y fue desestimada. "Desde entonces" -asegura el gobierno local- "trata de construir una supuesta persecución hacia su persona y una falsa imagen de víctima, cuando en realidad es él quien hostiga al gobierno".

"El agente en cuestión" -ahonda el gobierno corverano- "se mueve con una animadversión notoria hacia el gobierno, llegando a insinuar que si se le dejaba echar horas extras para ganar más dinero su actitud cambiaría. Quede claro: no aceptamos chantajes".

Según la versión del grupo socialista, "el referido agente, en su persecución hacia el gobierno, también denunció los presupuestos de 2016 pidiendo que los mismos fuesen declarados nulos... y también perdió. Entonces guardamos silencio y no hicimos pública esa sentencia que nos daba la razón por prudencia, pero no vamos a callar más".

La postura oficial del gobierno de Corvera concluye así: "El citado agente, al igual que toda la plantilla, tiene todo nuestro respeto. Lo único que se le exige es profesionalidad y entrega a las obligaciones del servicio público que le corresponden, por el cual cobra un salario que los vecinos pagan con sus impuestos y negarse a trabajar en las fiestas es algo que no se entiende".

Desde IU tildan la actitud del PSOE de "matonismo laboral" y el portavoz de Somos Corvera, Rogelio Crespo, también mete baza: "Me parece increíble que un equipo de gobierno se atreva a señalar a un representante sindical y a airear cuestiones internas solo porque defiende lo que considera justo. Esta actitud es más propia de una vendetta".