El gobierno socialista de Mariví Monteserín suspendió ayer las conversaciones con los sindicatos municipales, iniciadas hace días tras un encierro de dos semanas para mejorar la situación de la plantilla, debido a huelga que han convocado las educadoras de las escuelas infantiles, para sorpresa de las propias centrales. El concejal de Recursos Humanos, Raúl Marquínez, advirtió ayer a los delegados de Sipla, Avanza, UGT, CCOO y Usipa de que no se volverá a sentar en la mesa de negociación hasta "que se recupere nuevamente la normalidad". El PSOE ya descartó reunirse con los sindicatos cuando estos se encerraron en el salón de Plenos.

El enfado del gobierno local llega porque el aviso de la huelga a la dirección general de Trabajo está firmado por el presidente del comité de empresa lo que, según criticó Marquínez en la reunión, "rompe el principio de confianza y buena fe". Algunos sindicatos, pese a apoyar a las educadoras en sus reivindicaciones, no están de acuerdo con que el presidente del comité, "de forma unilateral", presentase ese escrito. Por ese motivo, el lunes habrá una reunión del comité de empresa para aclarar "si convoca o apoya" la huelga.

Para las trabajadoras de las escuelas infantiles, no obstante, ese paso del gobierno local "es solo una medida de presión" para desconvocar la huelga: "No lo vamos a hacer". "El gobierno del PSOE no quiere negociar sobre nuestra situación y eso no es justo", aseveraron ayer las trabajadoras de los centros de bebés.

Avanza, sindicato mayoritario en el comité de empresa, afirmó ayer no compartir ni la decisión del presidente de convocar la huelga ni la del gobierno. "Avanza ha presentado en sus propuestas reivindicaciones muy justas del personal de educación infantil, como otras más que afectan a toda la plantilla, ya que existen motivos para el enfado de dicho personal. El gobierno podría mantener las negociaciones y mostrar compromisos más claros", aseguró Ángel Luis Fernández, secretario general de Avanza.

Para Manuel Jesús Villa, responsable del Sipla, es "incomprensible" suspensión de las negociaciones "porque unas trabajadoras legítimamente decidan iniciar medidas de presión porque se sientes discriminadas". "A este gobierno no sé si les vale el sistema democrático o sólo la imposición, donde solo sirve lo que ellos dicen y si no lo acatas no te dejan participar. Como se está viendo, la buena fe en llegar a acuerdos está en los sindicatos", aseveró.

Manuel Mendoza, de Usipa, mostró su apoyo a lo acordado por las trabajadoras en la asamblea: "Apoyamos sus reivindicaciones y las movilizaciones". Daniel Carreño, de UGT, también lanzó su apoyo a las trabajadoras y confía en que la próxima semana se resuelva el "problema" sobre quién convoca la huelga: "Es una decisión que han tomado las trabajadoras y los sindicatos apoyamos; no instigamos la huelga". Benjamín Ameigide, de CC OO, confía en que el gobierno "entre en razón" y retome las negociaciones con los sindicatos ya que los paros son de unos trabajadores municipales.