La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

RICARDO PÉREZ MENÉNDEZ | ZAPATERO DE TERCERA GENERACIÓN, HACE LAS SANDALIAS PARA LOS COFRADES DE SAN JUAN Y DEL BESO DE JUDAS

El artesano que calza la Semana Santa

Ricardo Pérez emplea dos horas en coser cada par de sandalias; en atender a los tertulianos de su tienda echa todo el día

Ricardo Pérez. MARA VILLAMUZA

El sabuguero Ricardo Pérez Menéndez (Avilés, 1959) es el "Maestro Zapatero", el hombre que calza a los "sanjuaninos" desde que era un guaje, que vela por la memoria de los que ya la están perdiendo y que tiene en su pequeño negocio un foro de reunión que ya quisiera el Senado. Este sabuguero constituye la tercera generación de "La Zapatería", uno de esos negocios avilesinos de toda la vida, de los que se cuentan ya con los dedos de una mano y que más que un establecimiento de reparación de calzado es un foro de reunión de los avilesinos con más solera y también de los que están de paso.

Este avilesino nació en casa de "Los Críspulos", en Bances Candamo, y tuvo una infancia "felicísima" en un Avilés en el que no había más ocio que el cine y pasear por el parque. El mediano de tres hermanos (entre Fernando y Emilio) fue a clase con Acacia, la profesora "de casi todo Sabugo", en Casa Pantera, adonde los pequeños alumnos acudían con su propia silla de mimbre. Continuó en la academia San José, en Carlos Lobo, y después en el instituto Carreño Miranda. Nunca fue un buen estudiante. "Si suspendías te echaban del instituto y yo no fui de los aventajados. Acabé en la academia Lumen para sacar el graduado y en cuanto cumplí los 18 ya vine a la zapatería con mi tío Ramón", explica.

El minúsculo establecimiento de Álvarez Acebal (plaza que él sigue llamando "del jardinín") ya lo abrió su abuelo Emilio, que se trasladó a la villa desde la vecina localidad gozoniega de Cardo. Ricardo Pérez desconoce la fecha de apertura, pero calcula que el negocio ya es centenario. Poco queda ya de la forma de trabajo del primero de esta estirpe de zapateros. "Mantengo todo lo que puedo, pero es imposible. Incluso si volvieran ellos no les quedaría otra que adaptarse. Antes, absolutamente todo se hacía a mano. Ahora ya viene todo preparado, apenas se cose. La calidad de los zapatos empeoró, pero la forma de arreglarlos mejoró; ahora es menos latoso", explica.

"La Zapatería" era el proveedor oficial de calzado de los "sanjuaninos" ya en tiempos de su tío Ramón. En los últimos años también se ha sumado la cofradía del Beso de Judas. Las sandalias de ambas cofradías de la parroquia de San Nicolás de Bari son idénticas salvo por el color de las tiras: rojas la de los primeros, negras las de los segundos. A Ricardo Pérez se le avecinan días de intenso trabajo. "Muchos están fuera y vienen apuraos de tiempo a última hora. Cada par me lleva unas dos horas de trabajo. Si los dejaran los padres, los guajes irían descalzos, porque ellos quieren ser como los cofrades mayores. Muchos encargos me llegan a última hora, pero ya cuento con esos chollos", prosigue.

Ricardo García es en el grupo de Facebook Avilés sin complejos "El Maestro Zapatero" y su tiendina suele estar cada mañana de bote en bote. No es que haya colas para reparar calzado, sino que la tertulia diaria es como un imán. "Aquí se habla de todo: de fútbol, de política, de lo que sea. Estuvo muy animada la cosa con el caso de Urdangarín. De aquí no marcha nadie enfadao. Hay gente que se sienta aquí y pasa toda la mañana", continúa. Entre esos tertulianos está Joaquín Villalobos, que fue su profesor. "Para un 5 que me puso y que tenga que aguantarlo todos los días... Si me llega a poner un 8 tengo que llevarlo a comer a casa", bromea mientras blande el libro escolar, con el que recuerda al tertuliano lo severo que fue con su calificación.

Esta semana ha estado muy tranquila, la tertulia está de capa caída. Pero es temporal: "Están todos de vacaciones con el Imserso. Pero si vienes cualquier otro día, está esto a tope. Incluso hay mucha gente que no es habitual de la tertulia, y cuando la ve tan animada entra y se une".

La juventud del "Maestro Zapatero" fue corta, dice. A los 20 años se casó con su primera y última novia, Loli Fernández Rodríguez. Su hija Patricia y su yerno Chechu le han dado a la niña de sus ojos, Elsa -"eso sí que ye un cromín"-, una nieta que le está haciendo revivir la infancia de su hija: "Es que es igual que ella: ojos claros, rizosa, simpática...". Así que Ricardo Pérez exprime el poco tiempo libre que le deja el comercio disfrutando de la pequeña, que le trae de cabeza.

Quien le trae de cabeza también, aunque en el sentido opuesto, son algunos de los guías turísticos que pasan por delante de su establecimiento. Incluso tiene anotadas algunas de las "barbaridades" que sueltan a los turistas. "Algunos lúcense", dice este apasionado de la historia avilesina. Vecino de la casa en la que residió la poeta Ana de Valle, acabó "saltando" después de oír a una guía en más de una ocasión decir a los turistas que "en esta casa vivió la hermana de la abuela de la Reina Letizia (Menchu Álvarez del Valle)". Así fue el diálogo.

-¿Qué fue lo que os dijo?-, preguntó Ricardo al grupo.

-Que aquí vivió un familiar de la Reina Letizia.

-Pues ye mentira.

La escena se repitió, pero esta vez el "Maestro Zapatero" fue directamente a por la guía: "¿Cómo que la hermana de la abuela de la Reina? ¡Ana de Valle, no Del Valle!" Y acabó colgando en la puerta de "La Zapatería" un cartel con el relato de la vida de Ana de Valle para acabar con la infamia. "Pero esa no fue la única. Llegué a escuchar que el Carnaval de Avilés es muy famoso porque llenan Galiana de agua para bajar en piraguas y que el palacio de Balsera (sede del Conservatorio) es de los Borbón. Si un día no tienes nada que hacer, vas con ellos y pásaslo bomba", aconseja con su acostumbrado buen humor el artesano del calzado.

Compartir el artículo

stats