La misa celebrada ayer a petición de la Cofradía de la Dolorosa en honor de sus miembros difuntos llenó la iglesia de San Nicolás de Bari a media tarde. Los fieles acudieron después a su cena anual, que tuvo lugar en el próximo restaurante del Palacio de Ferrera, con un centenar de comensales. "La cofradía está mejorando en todo", valoró su hermano mayor, Rafael Martín. De esta forma, los cofrades dieron el pistoletazo de salida a varios días intensos, con la llegada de la Semana Santa, que llenará la ciudad de vecinos y visitantes durante los próximos días con sus procesiones y demás actos religiosos.