Dice el refrán que "poco dura la alegría en la casa del pobre". Y eso mismo se podría extrapolar al sector pesquero asturiano. La flota de bajura ha visto cómo en apenas nueve días -uno menos que el año pasado- se ha consumido la cuota de xarda pese a que tenían un 50 por ciento más que en 2016. Casi lo mismo les ha pasado a los de cerco, cuyo exiguo cupo -244.379 kilos repartido entre siete embarcaciones- apenas les dio para una semana. La indignación entre los pescadores de la región es mayor cuando ven que compañeros de otras comunidades autónomas, sobre todo, del País Vasco y Cantabria, aún siguen en la mar capturando caballa.

Ayer, las embarcaciones de artes menores ya no pudieron salir a faenar. La Secretaria General de Pesca ordenó el cierre de la pesquería para los asturianos en la medianoche. A partir de ahora, solo queda abierta la pesca accidental -que caigan xardas en las redes por casualidad-: 200 kilos semanales de caballa por embarcación.

La razón de que la costera haya durado menos días pese a tener más cuota que el año pasado es que han participado más embarcaciones, según explicó ayer Dimas García, presidente de la Federación regional de cofradías. Así, los 2,35 millones de kilos se repartieron entre unas 150 lanchas. "El balance es bueno, porque se pescó bien y cerca y el precio no fue muy malo", asegura García.

El kilo de xarda osciló entre los 0,90 y los 0,70 euros durante la costera. A eso se suma que el tiempo durante las dos últimas semanas acompañó, por lo que los barcos de bajura pudieron trabajar tranquilamente. "El problema fue que teníamos más cuota pero se apuntó más gente y se terminó antes.

Como sucedió en los últimos años, las descargas de ese pescado estuvieron muy repartidas por los diferentes puertos asturianos ya que la flota de bajura llegó al acuerdo de vender en sus cofradías, para beneficiar así a todo el sector. En el caso de Avilés, la lonja se nutre, además de pequeñas embarcaciones -antes descargaban mayoritariamente allí- de barcos de arrastre de Portugal y Galicia, entre otros. Desde que comenzó la temporada, en la rula avilesina se han vendido más de 2 millones de kilos de esa especie, una cifra "normal" para la época del año.

Futuro

A partir de ahora, a la flota no le toca más que "seguir luchando" para que el Ministerio de Agricultura y Pesca, que dirige Isabel García Tejerina, acepte las tesis asturianas y modifique la forma en la que reparte la cuota de especies como la xarda entre las flotas cantábricas y que es considerada "discriminatoria". La previsión que maneja García es que durante los meses de mayo y junio se empiece ya a planificar el año que viene y será entonces cuando se debe poner sobre la mesa la posibilidad de unas nuevas condiciones que sean más beneficiosas para los barcos de la región.

"Esperamos también que el Tribunal Supremo resuelva de una vez los recursos y falle para un lado o para otro, pero esta incertidumbre no es buena", reconoció. La Audiencia Nacional dio la razón al Principado de Asturias en 2015 y anuló el reparto de xarda del año anterior: el Estado recurrió al Supremo. Lo mismo pasó al año siguiente, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Madrid volvió a invalidar el acuerdo estatal de distribución de la xarda de 2015. La flota asturiana está pendiente de las dos resoluciones.

Mientras tanto, los barcos, una vez terminada la campaña de la xarda, tienen que volver a otras especies. Uno de los problemas de los recortes en esa costera es que, al ser tan breve, no da tiempo a regenerar al caladero, como sí sucedía antes, cuando la temporada de xarda se alargaba durante un mes o más. "No da tiempo a que mejore el caladero de otras especies porque apenas lo dejamos descansar", lamentó Dimas García. La flota de bajura también esperará a la llegada del bonito del Norte. Dimas García confía en que este año los cardúmenes de túnidos pasen cerca de la costa asturiana para que también las lanchas pequeñas puedan participar.