Uno de los bolardos de hierro situados junto a la estación de tren de Avilés con el objetivo de impedir el aparcamiento de vehículos en la acera que bordea la parada de taxis fue golpeado hace ya tiempo y, fruto del impacto, desplazado junto con una parte del cemento que lo fija al terreno. Transcurrido varios meses desde el incidente, el obstáculo permanece parcialmente arrancado, como recoge la imagen.