Isaac Pola, el consejero de Empleo e Industria del Principado, recordó que Asturias "es el mayor consumidor de energía por renta per cápita como consecuencia de la industria electrointensiva" de la región. Por esta razón defendió ayer la necesidad de alcanzar un pacto energético nacional "que dé consistencia al sector a largo plazo". Para Pola, "si hay un territorio en el que este se precise más es Asturias". Pola fue el encargado de inaugurar ayer por la mañana el seminario titulado "Cambio climático y transición energética", que se despide este mediodía en el chalé de La Granda.

Las palabras de Pola encontraron eco cierto en el representante de la administración central en el mismo seminario. Eduardo González Fernández, el subdirector general de Coordinación de Acciones Frente al Cambio Climático y uno de los ponentes del curso, explicó que es preciso alcanzar ciertos acuerdos para asegurar el suministro estable de energía y que estos acuerdos "tienen que ser soluciones de compromiso entre diversos ejes: uno es el medioambiental, otro es el económico y el tercer eje es el de seguridad energética, es decir, que cada vez que demos a la llave tengamos luz. Un buen compromiso basado en estos tres ejes es lo que debemos conseguir", subrayó. González añadió: "Este pacto sería nacional y es un tema que, sin duda, tiene que ser consensuado para poder llevar a cabo la planificación integral que tenemos que presentar para 2030", añadió.

El objetivo del consenso en este campo fue muy aplaudido por los expertos reunidos en La Granda, un marco, aseguró el profesor Velarde, "en el que se discute sin ningún tabú". El subdirector de la Oficina Española Contra el Cambio Climático, en este sentido, concluyó: "El plan debería estar preparado y listo para presentar a finales del año que viene, si bien me parece un poco prematuro e igual puede retrasarse un poco".

¿Y por qué este plan energético es tan importante para el desarrollo del Principado? Pola expuso que Asturias cuenta con varias singularidades en todo lo referente a la energía: "El consumo en Asturias está dominado absolutamente por la industria, a diferencia de otros territorios, tanto españoles como del resto de la Unión Europea (UE)", apuntó el consejero. Pola explicó que el mayor consumo energético español se da en el sector del transporte. "Pero esta no es la única singularidad: el principal combustible de Asturias es el carbón, precisamente por la gran industria", aseguró Pola, que aparte de consejero del ramo es doctor ingeniero de Minas. En el resto del país el combustible más utilizado es el petróleo. Sus palabras las acompañó de datos: "El 67,6 por ciento del consumo eléctrico en Asturias es industrial y el 36,3 del combustible es carbón". Esto se traduce, dijo, en un dato demoledor: el 21 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) regional procede del sector secundario.

Pola puso sobre la mesa otros aspectos por los cuales el sector energético es principal. "Se vincula fuertemente al sector industrial y tiene implicaciones territoriales, medio ambientales y de ordenación significativas para nuestra región", apuntó antes de ir al grano: "Hay una evolución reciente que es la importante presencia de la fabricación de estructuras y equipamientos para el sector energético que nos ilustra en la triple vertiente de la energía en nuestra región, la que alcanza una expresión paradigmática: la energía como sector productivo propiamente dicho en el ámbito de la generación, la energía como suministrador de un servicio básico y esencial tanto para la actividad doméstica como para la actividad empresarial y la energía como inductor de otras actividades industriales", aseguró.

Con estos mimbres, se hace preciso el pacto energético que, para Pola, debería tener "implicaciones económicas, ambientales y técnicas", algo en lo que también coincidió el representante de la administración nacional. "Hay diferentes visiones sobre cómo conseguirlo y eso es bueno: que se debata, pero que al final se decida una solución de consenso y de largo plazo", aseguró Eduardo González. "El consejero de Industria también reflejaba esa misma idea: el pacto que alcancemos tiene que ser una solución consensuada porque es el mejor modo de alcanzar una respuesta posible a esas tres dimensiones de las que hablo", añadió el experto en Cambio Climático.

Para el responsable de la política energética del Principado el nuevo marco que hay que diseñar debe servir como "transición" entre lo que existe ahora y lo que debe de existir próximamente. "Tenemos que tratar de huir de soluciones radicales, de revoluciones. Creo que la palabra clave es transición: adaptada a la evolución técnica y sin perder el equilibrio entre los aspectos medio ambientales, los aspectos económicos y los de garantía de suministro". Todo esto, subrayó, no tiene implicaciones solamente en "el ámbito de la generación energética, si no también en los otros sectores con papel protagonista para el sector del transporte, el de la edificación". Todo esto, vaticinó , reportará cambios en los servicios energéticos "y también en los modelos de nuestro consumo".

Arcadio Gutiérrez Zapico, el director general del Club Español de la Energía, sintetizó las posturas de las dos administraciones: "Existe una discusión que se está sosteniendo a lo largo de Europa derivada de los acuerdos de París, que se firmaron a finales de 2015 y entraron en vigor el año pasado. Lo que va a traer a España es esa gran idea de la ley de transición y cambio climático", apuntó el experto. Alcanzar el acuerdo entre las administraciones es fundamental "porque va a definir el panorama energético en los próximos veinte años".