La paralización de los trabajos de construcción de la nueva biblioteca de Piedras Blancas, una obra que sufrió todo tipo de vicisitudes en el pasado, es tan solo "aparente", según fuentes de la Viceconsejería de Cultura, el organismo que financia el proyecto y que ayer salió al paso de las críticas del PP de Castrillón por el supuesto abandono de los trabajos. "Nada más lejos de la realidad, la constructora adjudicataria no ha dejado de trabajar desde que se hizo cargo del proyecto", aseguró un portavoz de Cultura. No obstante, esta misma fuente admitió que hay un frenazo debido a que la fábrica que debía de suministrar los materiales para el revestimiento de la fecha (a base de vidrio) está cerrada por vacaciones. "Esta contingencia estaba prevista por la constructora; en el mes de septiembre llegará el material y los trabajos cobrarán una mayor visibilidad", señalaron desde el Principado.

Según los responsables del proyecto, "en julio se hizo el trabajo de acondicionamiento del solar donde se levanta la biblioteca: revisión del vallado, limpieza, reparación de la cubierta para garantizar su impermeabilidad... Posteriormente, y aún ahora, el personal de la empresa constructora está ocupado revisando y reparando cuando se entiende necesario las redes de servicios, tuberías, etcétera".

La biblioteca de Piedras Blancas se comenzó a construir en 2010. Las obras deberían haber concluido en 2011, pero a finales de ese año se paralizaron. Además, la primera empresa adjudicataria renunció al proyecto. A finales de 2014, el Gobierno regional concedió, por segunda vez, la construcción del edificio, con un plazo de seis meses improrrogables. Los trabajos se reanudaron en enero de 2015 pero, seis meses después, apenas habían avanzado y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte rescindió el contrato. En julio de este año, una nueva adjudicación reactivó los trabajos.