La loba de Rozaflor está ampliando su territorio. Recientemente mató y despedazó dos ovejas más en la localidad de Friera, en Taborneda, a un paso de La Callezuela, la capital de Illas. Se da la circunstancia de que en las proximidades de esta última localidad el animal había sido visto cruzando una carretera en compañía de dos crías.

Estos dos últimos animales muertos se suman, así, a una lista de 19 más que comenzó a engrosarse a mediados de junio pasado, tal y como viene contando LA NUEVA ESPAÑA. Los primeros animales muertos fueron en La Peral. Sin embargo, el cánido se obcecó en Rozaflor, donde existe una cabaña ganadera amplia que incluye ovejas, cabritos y vacas. El Alcalde de Illas, Alberto Tirador, contabiliza "al menos ocho ataques: cuatro de ellos en el pueblo de La Peral y quince, en Rozaflor".

La situación creada por la loba siembra inquietud entre los ganaderos del centro de la región, que es terreno no lobero. Por esta razón, los alcaldes de Illas, de Candamo y de Las Regueras se han aliado para luchar contra los ataques. Han dirigido una demanda a la Viceconsejería de Medio Ambiente para que adopte "las medidas necesarias, para frenar los daños ocasionados por el lobo en nuestros concejos, así como un mayor esfuerzo para controlar la especie, aplicándose de manera urgente el Plan del Lobo". Esto supone, que el animal y sus crías vuelvan a la alta montaña.