Medio centenar de personas participaron esta tarde en una votación improvisada en un bar de Las Vegas para decidir sobre el futuro de Cataluña. No será vinculante, pero con esta representación de un referéndum, un grupo de amigos quiso reivindicar un "referéndum como la Constitución manda", porque, afirman, todos los españoles deberían poder decidir sobre la independencia de los catalanes. La votación, con papeletas en las que ponía un "Sí" o un "No", comenzó por la tarde y tenían previsto abrir la urna, una caja cerrada, hacia las cuatro de la mañana, entre amigos y como aperitivo a un día clave, el 1-O.