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Un aparcamiento gafado

La historia para construir un parking en la zona de La Teyera, en Las Vegas, acumula casi diez años de despropósitos

La parcela donde se ubicará el futuro aparcamiento de Las Vegas, en la zona de La Teyera. MARA VILLAMUZA

Aprobado ya el convenio con los propietarios del terreno y sacada a licitación la obra, parece que de una vez por todas Las Vegas contará con un aparcamiento en la finca de la Teyera, aledaña a la plaza Cuatro Estaciones, en el centro de la localidad. Finalmente serán 80 las plazas que tendrá el ansiado parking, que intentará reducir los problemas de aparcamiento que sufren los vecinos y que vienen de muy lejos.

El gobierno local prevé que a principios de 2018, el aparcamiento esté ya en uso. La inversión inicial será de 310.000 euros, pero el convenio prevé que, si se ejecuta la opción de los propietarios de edificar en una parte del solar, la constructora tendrá que devolver el 50 por ciento del coste de la obra del parking. Para llegar a este acuerdo, se han dado muchas vueltas.

En 2008, con el gobierno del PSOE y José Luis Vega como alcalde, se anunció por primera vez la construcción del aparcamiento en esa céntrica finca, pero la moción de censura que llevó a USPC al gobierno, con el apoyo del PP, dio al traste con el plan. Luis Solares (PP), concejal de Urbanismo en ese momento, tenía otros planes en la Teyera para promover "un convenio más ambicioso". Éste serviría para construir 160 plazas, no aclaró si públicas o privadas, y un centro de mayores y se llegó a hablar de expropiar a los propietarios el terreno. Tampoco prosperó.

Ya era 2011 y ese año el PSOE regresó al poder, en coalición con IU. Vega retomó el proyecto del parking público con 123 plazas que se había truncado años antes, pero todavía no podía llevarlo a cabo. Dependía del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La aprobación del plan urbano no llegó hasta 2015, tras diez años sin que saliera adelante, y éste permitía al fin que el convenio pudiera ser una realidad. Tampoco fue la definitiva: el acuerdo era a tres bandas, entre Ayuntamiento, propietarios y una constructora, que quebró entre tanto y, por tanto, no podía cumplir su parte. La negociación con los propietarios para un nuevo acuerdo, ha desenquistado esta situación.

Con todo, el número de plazas se ha reducido de forma considerable. El proyecto inicial para el aparcamiento incluía 123 plazas, pero un arroyo que cruza el terreno ha dado al traste con la idea. En 2013, el por entonces concejal de Urbanismo, Enrique Bueno (IU) explicó que Confederación Hidrográfica había dado el permiso para reconducir el cauce, después de que, años antes, el Ayuntamiento tuviera que pagar una multa por realizar obras en él sin este permiso.

Sin embargo, al poner en marcha de nuevo el proceso, el actual gobierno se ha encontrado con otro escollo más, de los muchos que ha tenido el aparcamiento. Resulta que no tiene ese permiso de Confederación y tiene que respetar el riachuelo tal y como se encuentra ahora. De ahí que haya tenido que replantearse el proyecto para poder esquivarlo y perdido plazas. Los huecos se reducirán aún más si los propietarios llevan a término el convenio, ya que unas 20 plazas se encontrarán en el terreno edificable.

El problema de aparcamiento de Las Vegas es algo que no es ajeno a ningún vecino. Como anécdota, en 2011, el alcalde José Luis Vega, calculaba que unos 3.600 coches pernoctaban en la localidad, mientras que el número de plazas ascendía a 1.300 públicas y 2.000 privadas. En la actualidad, el ratio no ha mejorado mucho. Se han creado plazas, pero también ha aumentado el número de vehículos.

Proyectos fallidos

Desde hace más de dos décadas, los diferentes gobiernos han intentado dar solución al problema del aparcamiento. En 2001, por ejemplo, se habilitó un estacionamiento provisional en la calle de La Ñora, sin asfaltar, lo que provocó muchas quejas entre los vecinos. Con la construcción de un edificio, el parking desapareció. También se intentó en 2002 con un parking en altura, con cinco plantas, en la calle Piñeo, pero los vecinos no estaban dispuestos a tener un aparcamiento a la altura de sus ventanas y tampoco prosperó.

En 2003 se empezó a hablar de urbanizar la cuesta de Los Campos y ahí se planteó realizar un aparcamiento subterráneo privado con 400 plazas, tampoco se supo nada más, como tampoco se llevó a buen término uno de los proyectos más ambiciosos, el "de 750 plazas, 400 de ellas públicas", en Quintanas de Chacón, una zona que todavía está sin reurbanizar por un problema judicial.

Ideas exitosas

Sí salieron adelante dos aparcamientos en este tiempo. Por un lado, con la construcción de las piscinas, llegaron un centenar de plazas de aparcamiento repartidas en dos espacios: a la entrada de la piscina y junto al colegio público de la localidad, abierto en 2009. Y dos años después, se habilitaron otras 46 plazas en un terreno de la calle Palacio Valdés, enfrente de donde había estado el parking de La Ñora. En La Estebanina, en 2003, se tiraron los edificios situados en el número 14 y 16 y se planteó hacer un parking con 50 plazas, pero aún hoy es un aparcamiento provisional, sin asfaltar.

Otro de los aliados del los gobernantes para ganar plazas fue la reordenación del tráfico. Lugares como la calle de La Unión o la zona de la Casina, en la zona alta de La Estebanina. El más ambicioso, en este sentido lo realizó 2011 el gobierno del PSOE, con un controvertido proyecto, que ganó unas 198 plazas en las calles de Las Vegas, pero obligó a convertir muchas calles en vías de sentido único.

Toda herramienta es poca para conseguir una plaza más de aparcamiento en una localidad tan densamente poblada como es Las Vegas. La última fue la de permitir aparcar en las paradas de autobús por la noche, mientras el transporte público no está operativo, una medida que aún sigue vigente. Otras no salieron adelante, como la propuesta del PP de 2011 de implantar la zona azul, que no tuvo el apoyo del gobierno, o la de USPC de poner parquímetros gratuitos, para limitar el tiempo de aparcamiento en ciertas zonas y facilitar la rotación, algo que tuvo el beneplácito del PSOE, pero que no se llegó a implantar.

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