El corverano detenido el viernes en Cancienes por herir a otro hombre en una reyerta en el entorno de La Lechera a plena luz del día, ingresó ayer en prisión provisional por orden del juez de guardia de Avilés. El arrestado, G. G. V. y vecino de la localidad, hirió a un varón en la mano con una espada (una catana, según unas fuentes, una especie de florete simulado, según otras). G. G. V. es conocido de las fuerzas de seguridad y de los vecinos de Cancienes. Según las fuentes consultadas es miembro de una familia conflictiva y que acumula antecedentes por robos.

Como informó ayer LA NUEVA ESPAÑA, la Policía Local y la Guardia Civil tuvieron que intervenir a la una de la tarde del viernes en una reyerta que se saldó con un herido por arma blanca, I. Á. N., y un detenido, el corverano G. G. V. Fueron los vecinos, alarmados por el incidente registrado en una zona bastante transitada de la localidad, los que alertaron a las fuerzas de seguridad. El presunto agresor huyó del lugar, pero los agentes consiguieron localizarlo en la misma localidad minutos después. Intervinieron en la detención agentes de los dos cuerpos que fueron alertados.

La Benemérita condujo al cuartel de Bustiello a G. G. V., donde permaneció detenido durante la noche. Ayer pasó a disposición del juez de guardia, el titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 6 de Avilés. El magistrado José Antonio Moreno Gomis acordó prisión provisional para G. G. V., que tiene un plazo de tres días para presentar recurso a la decisión judicial. Fuentes próximas al caso explicaron que el agredido pidió al juez que imponga una orden de alejamiento a G. G. V., una medida que el magistrado ve innecesaria al haber ordenado el ingreso en Villabona del presunto agresor, que sembró la alarma en Cancienes a primera hora del viernes. El juez imputa inicialmente al detenido un delito de lesiones.