El hall del colegio Palacio Valdés se ha convertido esta semana en un cementerio. El centro pidió ayuda a padres y alumnos para organizar un trabajo de manualidades relacionado con Halloween, una festividad que celebra anualmente como parte de su proyecto educativo bilingüe.
El cementerio de cartón, un gran pórtico oscuro con calaveras blancas y botellas de vidrio con velas a su alrededor, fue elaborándose a lo largo de este mes, por partes, con la ayuda de padres y alumnos de todos los niveles. "Aprovechamos estas fechas para estudiar la lengua y cultura inglesa y, de paso, fomentar que padres e hijos estrechen lazos", aseguró ayer la directora, Carmen Puertas.
El día más activo será el próximo 31 de octubre. "Aunque ya hemos empezado a redactar poemas y hablar sobre cultura inglesa, el próximo martes será el día más importante. La clase de inglés se dedicará entera a hablar sobre esta festividad", explicó Puertas.
Ver un cementerio en el centro ya no les resulta "siniestro" a los niños. "Hace años, si poníamos decoración así fantasmagórica, los niños sí que se asustaban bastante. Hoy, Halloween está en todas partes, los pequeños están acostumbrados", apuntó la docente.
