La psicóloga Marisol Delgado, colaboradora habitual de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, ofrece en este artículo siete consejos clave para sobrevivir a los exámenes y mejorar el rendimiento académico sin dejarse llevar por el estrés, la incertidumbre ni la pereza. Los pasos son:

1. Cuidar el lugar de estudio. Aunque puede parecer una obviedad, no siempre se tiene en cuenta. Luz natural, estancia ventilada, materiales necesarios, son factores que contribuyen de forma positiva en el estudio. Y (lo que más cuesta) retirar elementos distractores de la habitación en la que se estudie: mascotas, televisión, ordenador, móvil, etcétera. A todo el mundo nos fastidia cada vez más pasar períodos sin estar conectados a algún dispositivo. Por eso, si éstos permanecen en la habitación, va a ser muy difícil no prestarles atención, con lo que se va a romper la curva natural de la concentración. Es preferible utilizarlos al finalizar la tarea de estudio, como reforzadores por haberla llevado a cabo.

2. Cuidarse. Alimentarse, dormir bien y hacer algo de ejercicio van a ser también factores importantes a la hora de estudiar de forma más eficiente. Intentar, así mismo, crear una rutina para el estudio. Es sorprendente lo bien que funciona nuestra mente si lo hacemos así.

3. Organizarse. Estudiar más tiempo no quiere decir estudiar mejor, es importante conocerse para organizarse en función de aspectos personales, como, por ejemplo: saber en qué momento del día su concentración es óptima (hay gente que por la mañana, hay gente que por la noche); o qué tipo de memoria tienen más entrenada, si sólo la visual o necesitan también escuchar los contenidos a abordar para memorizarlos con mayor eficacia; o programar las materias de estudio en función de su curva de concentración, comenzando, por ejemplo, por tareas de dificultad media, continuando con las de máxima dificultad y dejando para el final las más fáciles.

4. Utilizar técnicas de estudio. Enfocar la materia según el examen sea de desarrollo de contenidos, de preguntas cortas o tipo test. A la hora de estudiar, tener también en cuenta que subrayar está muy bien, pero es más eficaz hacer esquemas y pequeños resúmenes en hojas sueltas que ayudan a entender mejor los contenidos. Hacerse, además, autoevaluaciones puede ayudar a detectar fallos y mejorar el rendimiento. Respecto a esto, funciona muy bien contarle el tema estudiado a otra persona, se interioriza mejor.

5. Autorregulación. No compararse con nadie e intentar no hacer demasiado caso a los juicios de valor de compañeras y compañeros acerca del profesor o profesora, de la asignatura, de la forma de evaluar... Cada persona es un mundo y lo que a alguien le puede parecer muy difícil, a otra no y viceversa.

6. Automotivación. Tener claras, anotarlas si es preciso, las razones por las cuales merece la pena este esfuerzo. A poder ser, que sean razones intrínsecas, que la propia persona contemple como útiles y no que le vengan impuestas desde fuera.

7. Autorrefuerzo. Reforzarse por todo lo que se vaya logrando y no machacarse por lo que no salga como se tenía previsto, siempre hay otras oportunidades para lograrlo.