Alfonso García Quirós, "Corexa", y Avelina López Casal, "Avelina de Ángela", son dos mayores de Bañugues a los que nunca se les han caído los anillos por trabajar. Por este motivo, la asociación "El Pico" les homenajeó ayer, con motivo de la fiesta de San Nicolás, con la entrega de una placa y un ramo de flores. Y el cariño de todos los vecinos.

Avelina López tiene 95 años y está como una rosa. Los cumplió el pasado noviembre. Es risueña y afirma que sus manos ya no son lo que eran. Siendo una niña, cuidó a otros pequeños y algo más mayor se dedicó a coser pantalones para los marineros "y para ir a la romería", apostilla entre risas. Ahora ya no cose, pero se entretiene haciendo punto. Su principal profesión fue la de cocinera en dos negocios de Cimadevilla, en Gijón: "La dársena" y "Casa Ovidio". "Allí preparaba una callos caseros riquísimos, hacía muchos, una vez llegué a hacer 32 y había que lavarlos y todo, no como ahora", explica. También preparó sardinas "como nadie", señala la mujer, natural del barrio de El Monte, en Bañugues.

Alfonso García Quirós, "Corexa" nació en Viodo, pero siendo "un rapacín" se fue a vivir a Bañugues. Tiene 84 años y, en enero, cumplirá 85. Sus primeros años de vida los pasó entre ganado hasta que le llegó la hora de hacer el servicio militar. Entonces, se enroló en un barco de guerra en Ferrol y visitó media Europa durante dos años. "Cuando volví comencé a trabajar en la Junta de Obras del Puerto. Fui fogonero en varios barcos, ahora ese trabajo ya no existe", señala el bañuguero, que fue empleado en embarcaciones de vapor y posteriormente de fuel. "El último cargaba mil toneladas", destaca "Corexa", que desde su jubilación, cuida de sus dos caballos. "Antes llegué a tener 26", señala Alfonso García Quirós, que pasa las tardes jugando partidas de tute con sus amigos. "Juego casi todos los días y donde sea, así me paso la tarde entretenido, no nos jugamos nada, como mucho los cafés y hay veces que el que gana acaba pagando", indica el homenajeado, momentos antes del comienzo de la misa por San Nicolás en la iglesia homónima de Bañugues.

San Nicolás es el patrono de la parroquia y, como tal, todos los vecinos celebran su festividad. Por eso, desde hace muchos años, la asociación vecinal que preside Esther García organiza una comida en un conocido restaurante de Santolaya de Nembro con motivo de la jornada festiva. En la edición de ayer, un centenar de personas participó en el acto. "Aún tenían que ser más", concluyó Esther García.