La mujer procesada esta semana por un presunto trato degradante a su abuelo, un anciano de 90 años, se volverá a sentar en los próximos meses en el banquillo de los acusados de los Juzgados de Avilés. La Fiscalía acusa a N. V. F. de un delito de estafa en la intermediación en la venta de un viaje y pide para ella una pena de dos años y medio de cárcel. La defensa, por su parte, niega los hechos.
No es la primera causa que tiene pendiente de juicio esta misma mujer por hechos similares. En medios jurídicos confirmaron que también tiene abierta una investigación por otra presunta estafa en un Juzgado madrileño, un caso que está a la espera de calificación.
La Fiscalía sostiene que entre septiembre y octubre de 2015 la acusada, "guiada con un propósito lucrativo ilícito", anunciaba ofertas de viaje bajo el nombre de la agencia de viajes "vivetuviaje". Una mujer, que ejerce la acusación particular en este caso pendiente de juicio, contrató con la acusada un viaje por tres días a París para tres personas. Siempre según la versión del Ministerio Público, N. V. F. "le ofreció el viaje por 577 euros", pese a que ella misma había concertado previamente con una comercial de otra agencia ("1000 Tentaciones") un presupuesto para la misma escapada por importe de 2.879 euros".
La acusación pública concluye que la investigada ofreció a la denunciante "un precio irreal para un viaje concertado". La presunta víctima llegó a realizar una transferencia a petición de N. V. F. por importe de 180 euros (a una cuenta que no se corresponde con la de la agencia con la que supuestamente se iba a contratar el viaje) y le entregó en mano también sumas de 195 y 138 euros, siempre según la misma versión. Además de la pena de prisión, la Fiscalía del Principado de Asturias solicita que N. V. F. indemnice en la cantidad de 513 euros a la denunciante y a la agencia de viajes "1000 tentaciones" en la cantidad que se determine cuando se dicte sentencia, en caso de ser condenada.
El escrito de calificación incide en que la acusada tiene antecedentes, puesto que fue condenada a un año de cárcel por delitos de estafa procesal y falsedad documental (seis meses por cada uno). La pena acabó siendo suspendida el 15 de noviembre de 2014 por dos años con la condición de que no delinquiese durante ese periodo de tiempo. Fuentes jurídicas explicaron que en caso de ser condenada en los procedimientos que tiene ahora abiertos tendrá que cumplir la condena suspendida.
La sentencia en cuestión, de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, está fechada el 17 de diciembre de 2013. El caso parte de una demanda de medidas paterno filiales que N. V. F. presentó el 5 de octubre de 2010 en el Juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Oviedo contra el padre de su primera hija (él tiene la custodia de la menor) tras abrirse una investigación de oficio por parte del Juzgado que tramitó la demanda del proceso de familia. Este hombre es el mismo que se personó como acusación particular en nombre de la niña en el juicio por presunto trato degradante al nonagenario S. V. P., que está ahora pendiente de sentencia.
La mujer llegó a presentar como prueba siete recibos que supuestamente habían sido expedidos por su excompañero entre enero y julio de 2010 para acreditar los ingresos que él percibía por su trabajo durante ese período. Pero en el juicio quedó probado que la propia N. V. F. había falsificado los documentos que aportó al juez. "La práctica pericial dio como resultado que los recibos habían sido elaborados por la acusada simulando en todos ellos la firma de su compañero sentimental y presentados conscientemente junto con la demanda en apoyo de sus pretensiones", recoge la sentencia de forma literal.
