El barquillero de Salinas, Guillermo Pelayo, ha manifestado a preguntas de este diario que no irá a la concentración convocada para el próximo domingo a las 17.30 horas como gesto de desagravio por la "humillación" de que fue objeto el vendedor ambulante hace unos días cuando los agentes de la Policía Local de Castrillón le pidieron los permisos para ejercer su actividad en el paseo marítimo de Salinas a instancias de un hostelero quejoso con su presencia en las inmediaciones de su local.

“Estoy muy agradecido a todos por su apoyo y cariño; estoy abrumado. Pero creo que ya es el momento de retomar mi trabajo, que es del que vivo”, manifestó Guillermo Pelayo. “Estoy orgulloso y agradecido a la gente, pero quiero volver a la normalidad de mi vida personal”, señaló el barquillero en referencia a la convocatoria de una movilización de apoyo en la que, según afirma, no estará presente.