"Existimos, representamos la diversidad y no nos vamos a callar". Habla Marcial Rico, uno de los jóvenes avilesinos que ayer salió a la calle para defender sus derechos sexuales. Lo hizo con orgullo, en El Parche y junto a otras personas de diversidades sexuales diferentes y con solo una voz, la que clama respeto. "Luchamos cada día porque se nos respete, por acabar con los clichés, que se nos reconozca lo que somos, erradicar esas expresiones llenas de odio: no somos maricones, ni bolleras, ni travelos, no somos unos viciosos, ni unos promiscuos, simplemente, somos nosotras, somos más que los prejuicios que nos imponen", reza una parte del manifiesto del primer Orgullo de la diversidad que se celebra en Avilés. La fiesta llegó más tarde y en un tren seguido por jóvenes y no tan jóvenes que cantaban y reían junto a la bandera arcoíris. Recorrieron Avilés con música y con globos, dejando claro que la reivindicación también es festiva.

Las banderas arcoíris ondeaban desde poco antes de las 18.00 horas en la plaza del Ayuntamiento. Un puesto de información bajo los soportales repartía preservativos masculinos y femeninos y otros especiales para la penetración anal además de lubricantes, todo para mantener sexo seguro. "Es un día para reivindicar, hay que respetar a todo el mundo, no importa la sexualidad de nadie, solo el respeto y que nadie se sorprenda por ver a una chica besándose con otra", señala Ana Santos. Minutos después, Diana Caballero y Cathel Allende lo demostraron. Ambas se dieron un beso y abrieron la espita para que otras personas se besaran. Hubo ósculos de todo tipo, entre chicos, entre chicas y también entre personas heterosexuales. Un guiño al amor como cauce para la libertad.

Paula Mata y Mario Villar cogieron el testigo. Recitaron poemas, cantaron y contaron monólogos ante un público atento que lucía banderas arcoíris, la enseña que identifica la libertad sexual. Hubo quien reía, otras personas hablaban pero todos coincidían en que el Orgullo de Avilés ha llegado para quedarse. Los actos estuvieron organizados por Diversex, un organismo municipal que desarrolla actividades con jóvenes con diversidad sexual. "Nuestra unión fue originada por obligación. Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales hemos sido gente oprimida y condenada a ser un colectivo, nos han expulsado de la sociedad al vertedero, a la esquina del mundo... Espacios como Diversex desaparecerán el día en que el exterior sintamos tanta seguridad como dentro de ellos. Hagamos de Avilés un espacio seguro para todas las personas", señala el comunicado de la primera de tantas convocatorias que habrá en el futuro.