La cúpula del Niemeyer es una sala de exposiciones con paredes curvas; es decir, un "espacio difícil" para colgar lienzos. Algunas son rectas -las menos- y las aprovechó, por ejemplo, el artista Hugo Fontela, en el principio de la historia del complejo cultural y, además, el comisario de la exposición de Francis Bacon. Los productores de la exposición "Pedro Masaveu. Pasión por Sorolla", que se abrió el jueves y permanecerá abierta hasta el próximo día de Reyes, idearon "una presentación singular": los "cavaletes de cristal". Están formados por una base de hormigón que sustenta una lámina de cristal con la ayuda de una lengua de roble. Esta solución fue propuesta por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson y se inspiró en una idea de Lina Bo Bardi, la arquitecta del Museo de Arte de Sâo Paulo.