La falta de sol y calor y las continuas lluvias han ocasionado que las playas castrillonense perdieran en junio un 46% de bañistas en relación con el mismo mes del año pasado, según los datos hechos públicos ayer por el coordinador del servicio municipal de salvamento y socorrismo, Ignacio Flórez. En junio, se contabilizaron 40.000 bañistas en los arenales castrillonenses mientras que en el mismo mes de 2017 fueron más de 72.700.

Asimismo, descendieron el número de intervenciones de los socorristas en las playas. El pasado mes fueron 86, mientras que en 2017 se contabilizaron 128. Pese a ello, se realizaron tres traslados en ambulancia los mismos que el año pasado. Se mantiene Salinas-El Espartal como la playa con mayor número de incidencias con 35 de las que 13 fueron por heridas y contusiones y seis por lesiones por animales marinos. San Juan de Nieva con 23 incidencias y Santa María del Mar con 17 fueron las otras dos playas donde también más intervinieron los socorristas tras Salinas.

Las playas con menos incidencias fueron Bahínas y Munielles con una cada una y Bayas con dos. En esos tres arenales el servicio de socorrismo comenzó el 9 de junio mientras que en Salinas y San Juan hubo vigilantes desde el día 1. Entre el 1 de julio y el 30 de agosto hay 36 socorristas repartidos por todas las playas del concejo. Hasta el 9 de septiembre habrá 26 vigilantes y hasta el 30 del mismo mes, un retén de seis socorristas vigilarán las playas de Salinas y San Juan. Durante todo el verano el horario de salvamento es de 11.30 a 19.30 horas.

Una de las novedades de esta temporada estival es que en cada uno de los puestos de salvamento de las playas hay un desfibrilador. Asimismo, en la playa de Salinas hay dos sillas para los baños de las personas con movilidad reducida. Las personas interesadas en utilizarlas tienen que avisar a los socorristas.