El evento más pintoresco de Avilés ya está a la vuelta de la esquina. El centro de la ciudad se llenará de pijamas, albornoces, zapatillas, mandiles y pantuflas este viernes para acoger la octava edición del Festival "Andar por casa". Este curioso encuentro abrirá las viviendas particulares de nueve vecinos para acoger diversas actividades culturales. Según la concejala de Juventud, Raquel Ruiz -que este año también abrirá su casa a los participantes-, el objetivo del certamen es "dinamizar la vida cultural y artística de la ciudad a la vez que se fomentan las relaciones entre diferentes colectivos".

Este año, la temática estará centrada en las "cosas terroríficas" de las casas. "Todos los años buscamos una temática. Esta edición, coincidiendo con el viernes 13, parte de las cosas que nos dan miedo en las casas", explicó Jasón Pereira, del colectivo organizador "Como Pedro por su Casa".

El punto de encuentro para el comienzo del festival es la plaza de Alfonso VI y los interesados pueden participar con la ropa que encuentren por casa o con ropa de calle. El programa de este año abarca un amplio número de propuestas culturales de diferentes clases. Los asistentes podrán disfrutar desde talleres de cocina de diferentes lugares del mundo, casas del terror, música, poesía y hasta una antigua técnica japonesa de contar cuentos, el "kamishibai".

El festival cuenta con tres rutas diferentes a escoger entre los participantes. En ellas, habrá tres casas disponibles con otras tantas actividades culturales diferentes y una duración de cincuenta minutos cada una. La primera ruta "Mi muñeca de porcelana" contará con una casa del terror, un taller de gafas 3D y otro de comida mexicana. Otra ruta denominada "Los difuntos de las paredes" tendrá poesía, teatro y taller de pan. La última ruta será "Al fondo de tu horno", donde se podrá degustar comida italiana, música y el ya citado "kamishibai".

Desde la organización se cree que durante los ocho años que se lleva celebrando, el festival "ha ganado mucho en visibilidad". Los avilesinos ya preparan las zapatillas y los mandilones para este viernes en el que promete ser el festival más loco del verano.