Don Hilarión se sorprendía hace siglo y medio en "La verbena de la Paloma": "Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad", le dijo a don Sebastián. Y de eso, de adelantos, es de lo que ha ido el curso "Tecnologías que cambiarán nuestro mundo e impacto socioeconómico" que se desarrolló ayer y antes de ayer en el chalé de La Granda, una prospección sobre el porvenir en el que participó Íñigo Felgueroso, el director de las fundaciones ITMA y Prodintec. Felgueroso desveló que los avances en la fabricación aditiva, es decir, en impresión 3D, ya tocan materiales tan complejos como la porcelana o el hormigón. "Llevamos trabajando en esto desde el año 2005, prácticamente desde la puesta en marcha de Prodintec. Ha evolucionado mucho, nos hemos ido posicionando, y ahora lo que hemos hecho es diversificar en tecnologías y en materiales", comentó a LA NUEVA ESPAÑA.

La impresión 3D está creciendo, pero no al mismo nivel en todos los materiales, pese a ello, Felgueroso señaló la necesidad de "desarrollar más materiales porque a día de hoy son limitados". De hecho, desde el ITMA y Prodintec están "abriendo el abanico". Además de metal, cerámica y hormigón, "biomateriales". Felgueroso explicó que el trabajo de los investigadores en este sentido se resume en "identificar la tecnología y trabajar las de más alto riesgo para convertirnos en punta de lanza, el socio local de las empresas para poder testar los avances", añadió. O sea, el ITMA y Prodintec son los exploradores que se adelantan para descubrir las oportunidades antes de que lleguen. De este modo, los avances técnicos se convierten en bienes comerciales.