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IVÁN MANUEL RON RON | Presidente de la Asociación Nacional de Cortadores de Jamón

"Avilés merece tener un concurso nacional de corte de jamón"

"En la profesión hay mucho intrusismo, cualquiera puede coger el cuchillo y llamarse maestro"

Iván Manuel Ron Ron, ayer, en el parque del Muelle de Avilés. R. SOLÍS

Iván Manuel Ron Ron, gallego de La Coruña, es el nuevo presidente de la Asociación Nacional de Cortadores de Jamón. Hijo de carnicero, Ron comenzó a cortar lonchas de calidad siendo adolescente aunque su día a día responde casi a una disciplina militar. Sin prisa pero sin pausa, Ron fue haciéndose hueco entre los mejores cortadores de jamón de España.

- ¿Qué hay que hacer para ser buen cortador de jamón?

-Está bien ir a clases, sobre todo si se tiene un buen maestro. Luego práctica, práctica y práctica. La lástima es que la profesión de cortador no está regulada. Cualquiera al que se le dé más o menos bien esto puede llamarse maestro cortador. Hay mucho intrusismo. Lo más oficial es la asociación nacional que presido.

- Cuando se habla de jamón la mente viaja al Sur.

-Es cierto, y a mí me gustaría quitar esa imagen. En el norte de España se come jamón y muy bueno. El Yumay, por ejemplo, organiza un certamen brutal pese a que no tiene gran repercusión fuera de Asturias. Por todo esto creo que el norte, y en concreto Avilés, merece que se organice un certamen nacional de referencia del mismo nivel que los del sur del país. Avilés tiene el Yumay y a Carlos Guardado, que es un fuera de serie en temas de gastronomía.

- ¿Cuáles son las cualidades del jamón?

-Sobre todo que es cardiosaludable. ¡Los médicos lo recomiendan incluso haciendo dieta! Y que es un producto nuestro.

- ¿El jamón es un embajador de España?

-Sin lugar a dudas.

- ¿Marida con sidra?

-¡Por supuesto! La sidra pega con todo, también con el jamón.

- Ibérico, serrano... ¿Con cuál se queda?

-Con el bellota puro. Para mí los "premium" son los que tienen denominación de origen.

- ¿Hay muchas imitaciones?

-Hay más bien mucho fraude. Si a un cliente le cobras cien euros el producto debe valer eso, no debe ser un jamón podrido con gusanos. Eso no está bien porque genera desconfianza en el consumidor y el consumidor, al final, penaliza al jamonero.

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