El decano-presidente del Colegio de Economistas de Asturias, Miguel Antonio de la Fuente, instó al Gobierno central a que se reúna con las comunidades autónomas para realizar una modificación "total y absoluta" del impuesto de sucesiones. La actual ley de este impuesto se aprobó en 1987, aunque a partir de 1996 dejó de ser un tributo íntegramente estatal, asumiendo entonces las autonomías parte de las competencias normativas. Una descentralización que ha causado, según el experto, "desigualdades importantes" entre las distintas regiones.

"Es necesario que se establezca un mínimo exento y una tributación mínima para todas", argumentó el economista. A partir de ahí, defendió que cada comunidad tenga la potestad de modular estos impuestos en función del dinero que necesitase destinar a gastos sociales. Asimismo, el experto recalcó que los cambios aplicados en esta materia en Asturias en los dos últimos años han sido "muy positivos" y que gracias a ellos tributa "un número mucho menor de ciudadanos asturianos". Esta fue la argumentación central que expuso De la Fuente en el día de la inauguración del octavo curso de este verano en La Granda, sobre "Administración Tributaria e Impuestos", que él mismo dirige.

Su ponencia, con el título "El impuesto sobre sucesiones y donaciones. Necesidad de una urgente coordinación", fue compartida con Jesús Sanmartín Mariñas, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales de España. Ambos destacaron que las diferencias tributarias en los distintos territorios añaden una "complejidad" añadida. Ahora el empadronamiento en una determinada localidad ya no es "un dato significativo", sino que se investigan factores como dónde residen los "intereses económicos y personales" del individuo.

"En un caso de hace unos años, una señora presentó el impuesto de sucesiones en Madrid por una herencia y la liquidación a pagar era de 2.000 euros, mientras que en Asturias le pidieron 300.000", relató De la Fuente. "Para aclarar dónde debía pagar el tributo, la agencia de Servicios Tributarios llamó a los centros hospitalarios de Oviedo para conocer las bajas y los ingresos de su padre fallecido durante los últimos cinco años". Así lograron determinar que había residido más tiempo en territorio asturiano y se le obligó a tributar en el Principado.

"La Constitución permite tener un sistema tributario discriminador", manifestó Sanmartín. En cómputos globales, "España está por encima de la media de la OCDE, con una tributación de sucesiones y donaciones del 0,23% en función del PIB", añadió el asesor, quien apuntó que países como Australia, Canadá o México no tienen ningún impuesto en esa materia. Aun así, opinó que "si lo eliminásemos, habría que inventarse otra figura tributaria", ya que, en Europa, estos impuestos sirven para "mejorar la calidad de vida de los ciudadanos". "Si no, iríamos a los sistemas privados", advirtió.

De la Fuente concluyó la exposición destacando los matices "sentimentales e ideológicos" que acarrea este problema.