El Puerto de Avilés entrará en pérdidas y será inviable si se mantienen las nuevas condiciones de dragado que plantea la Dirección de Biodiversidad y Calidad Ambiental, entre ellas el aporte de arena a la playa de Salinas. Así se desprende de las alegaciones que remitió ayer la Autoridad Portuaria al Ministerio para la Transición Ecológica contra la declaración de impacto ambiental de los dragados. Como adelantó ayer este periódico, el sobrecoste supera los dos millones de euros. El Puerto lo cifra finalmente en 2,8, una cifra que se aproxima a los 3,5 millones de beneficios con los que cerró el pasado ejercicio. De mantenerse estas medidas, según se puede concluir de las alegaciones presentadas ayer, los muelles locales entrarán en números rojos. El Puerto será inviable porque necesita dragar la ría para continuar con actividad comercial. En la actualidad un dragado cuesta a las arcas portuarias unos 250.000 euros.

Los gestores del Puerto de Avilés sostienen que las medidas que impone el Ministerio son "desproporcionadas, injustificadas e inviables", tanto desde el punto de vista técnico como económico. Estos son los tres pilares de las alegaciones que están ya en los despachos de la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental.

El Gobierno central pretende que sea el Puerto el organismo que analice la evolución del sistema dunar y de la playa de Salinas, así como a la búsqueda de los yacimientos de arena compatibles con el árido del litoral castrillonense. "Se cargan sobre el dragado de mantenimiento del canal de acceso al Puerto de Avilés medidas preventivas que no corresponden desde el ámbito competencial de la Autoridad Portuaria, y que además no están ligadas, ni directa ni indirectamente, con el proyecto objeto de la Declaración de Impacto Ambiental", sostienen los gestores portuarios.

También se refieren en sus alegaciones a la falta de justificación técnica de algunas medidas: "En los condicionantes de las operaciones del dragado y vertido se imponen cautelas con excesivo celo para el impacto que suponen, y que no se soportan en ninguna justificación técnica, obligando al puerto a asumir sobrecostes que superan las posibilidades económicas de la propia Autoridad Portuaria". Se refieren, por ejemplo, a "la parada de la draga bajo condiciones climatológicas y de marea meteorológica" y la "obligación del uso de técnicas de confinamiento" para parte del material extraído, en contra del criterio establecido en las Directrices para la Gestión del Material Dragado aprobadas por la Comisión Interministerial.

"A pesar de que la propia Declaración Ambiental Integrada admite que el impacto del proyecto tiene carácter de 'mínimo' o 'no significativo' en todos los aspectos analizados, las medidas impuestas tienen un enorme alcance y afectan al proyecto hasta hacerlo técnica y económicamente inviable. El dragado de mantenimiento del canal de acceso al Puerto es una actuación de 20 días de duración, con un impacto ambiental mínimo que viene realizándose año tras año, desde el último siglo, sin haber modificado los parámetros de calidad ni ambientales del entorno", recogen las alegaciones remitidas ayer a Madrid.