Ni rastro del ganador de la primitiva del pasado sábado en la administración de Loterías número 8, ubicada en la calle Covadonga de Versalles. "No sabemos nada, nadie dio señales de vida; no nos trajo ni un regalo, ni siquiera unos bombones. Nos vale que lleguen de manera anónima...", bromeó ayer Sandra Iglesias, empleada de la administración. Por norma general, los clientes de este despacho son de clase obrera, de un barrio de trabajadores nacido al albor de la extinta Ensidesa, de ahí que la alegría entre los vecinos sea mayor. "Me parece muy bien que le tocara a alguien del barrio", apuntó Mariano García, que como Agustina Feito probaban suerte para próximos sorteos.

Amelia García Suárez lleva 32 años al frente de la administración de loterías, siempre en la calle Covadonga. En ese tiempo ha repartido "infinidad de premios", algunos de ellos importantes como los 527.761 euros del sábado. La cifra podría ser aún mayor si al acertante le hubiera coincidido el reintegro; entonces se habría embolsado 70 millones de euros. "Ya repartimos tres premios del primer premio de la lotería nacional, otros cinco de cinco más el complementario en la primitiva; este es el segundo que doy de seis aciertos y de cinco, innumerables", enumeró la responsable del despacho de loterías de la calle Covadonga.

Amelia García también especula con quien puede ser el afortunado apostante: "Hace días que empezó el concurso de ganado en el pabellón de La Magdalena... Quizá pudo ser gente del certamen o trabajadores, quién sabe. Yo tengo satisfacción de dar el premio, al que juega le toca". Ese despacho también ha repartido dos plenos al 15 de la quiniela (2012), un premio de 6 aciertos del quinigol y cinco más de 5 aciertos. García Suárez confirma que cada vez que reparte premios es "sorprendente". "Ves que toca en otras ciudades y piensas: ¿Y por qué aquí no?", apunta la lotera, que confía en poder tener la misma suerte para el próximo sorteo de la lotería nacional de Navidad. "A ver si cae aquí el Gordo", señala con una sonrisa de oreja a oreja. Los clientes ya han preguntado si se conoce el paradero del ganador de los 527.761 euros, pero nadie sabe nada. Todo es una incógnita.

"Yo con ese dinero me hacía un buen crucero", afirma la responsable de la administración de loterías número 8 de Avilés. "Pues a mí si me toca, lo primero sería para pagar pufos y luego ya me pondría a pensar a donde marchamos la mujer y yo", señala Manuel Rodríguez con un café en la mano y momentos antes de echar la primitiva "para ver si suena la flauta".

El misterioso ganador de la primitiva le debe el premio al puro azar. No eligió las cifras ganadoras, sino que fue la máquina la que decidió que la administración número 8 fuera la estrella de la jornada junto a otros despachos de Jumilla (Murcia) y Santa Cruz de Tenerife. "Hay mucha gente que tiene sus combinaciones fijas desde hace años que incluyen fechas de cumpleaños o cifras similares, pero cada vez más la gente se deja llevar por el azar y vemos que la mayoría de los premios llegan más por la elección de la máquina", señala la lotera, orgullosa de repartir premios como el del pasado sábado.