El Ministerio para la Transición Ecológica ha rechazado todas las alegaciones que presentó el Puerto de Avilés a los nuevos condicionantes para dragar en la bocana de la ría. Pese a que las discrepancias siguen sobre la mesa, la Dirección de Biodiversidad y Calidad Ambiental deja la puerta abierta a posibles modificaciones de la declaración de impacto ambiental de los dragados, aunque se muestra tajante en el fondo del asunto. Es decir, mantiene que la Autoridad Portuaria tiene que encargarse de la búsqueda de arena para los aportes a la playa de Salinas cada vez que se efectúen dragados de mantenimiento en el estuario.

Los responsables del Puerto analizan la respuesta de Biodiversidad para mover la siguiente ficha y confían llegar a un punto de acuerdo. "Vamos a seguir manteniendo conversaciones con el Ministerio para tratar de resolver el conflicto. La respuesta que hemos recibido abre la posibilidad de mejorar algunos aspectos, pero sigue manteniendo otros, como el hecho de que seamos nosotros quienes tengamos que buscar los bancos de arena para los aportes a Salinas. Seguiremos trabajando para llegar a un acuerdo que sea asumible para esta Autoridad Portuaria", señaló su presidente, Santiago Rodríguez Vega.

El Puerto planteó en sus alegaciones depositar en el litoral castrillonense la arena que se extraiga de los dragados en la bocana y pidió flexibilidad en las condiciones de marea, viento y oleaje con las que se podrá dragar, así como en las condiciones de vertido al mar. Es precisamente en relación a estos últimos asuntos con los que el Estado se muestra flexible a introducir cambios. Pero en medios portuarios sostienen que de la respuesta a sus alegaciones se desprende también que para Madrid los dragados son la única causa de la pérdida de arena de Salinas. Y esa es precisamente la principal discrepancia.

La Autoridad Portuaria viene defendiendo que entrará en pérdidas y será inviable si se mantienen las nuevas condiciones de dragado que plantea la Dirección de Biodiversidad y Calidad Ambiental, entre las que destaca el aporte de arena a la playa de Salinas. El Puerto cifra en 2,8, millones de euros lo que costará cada dragado de mantenimiento con los nuevos condicionantes de la declaración de impacto ambiental, una cifra que se aproxima a los 3,5 millones de beneficios con los que cerró el pasado ejercicio. De mantenerse estas medidas, según se puede concluir de las alegaciones presentadas y que ha rechazado Madrid, los muelles locales entrarán en números rojos. El Puerto será inviable porque necesita dragar la ría para continuar con actividad comercial. En la actualidad un dragado cuesta a las arcas portuarias unos 250.000 euros.

El Gobierno central pretende que sea el Puerto el organismo que analice la evolución del sistema dunar y de la playa de Salinas, así como a la búsqueda de los yacimientos de arena compatibles con el árido del litoral castrillonense. En los muelles locales critican que se cargan sobre el dragado de mantenimiento del canal de acceso al Puerto medidas preventivas que no corresponden desde el ámbito competencial de la Autoridad Portuaria, y que además no están ligadas, ni directa ni indirectamente, con el proyecto objeto de la declaración de impacto ambiental.