La lentitud administrativa provocará un retraso en las obras de rehabilitación del palacio de Maqua, previstas para este año. El Ayuntamiento de Avilés está pendiente de que el Ministerio de Fomento confirme la concesión de una subvención de casi 500.000 euros para, así, poder sacar a licitación los trabajos para recuperar el inmueble. El Estado anunció esa ayuda, con cargo al 1,5 por ciento Cultural, en enero de este año. Sin embargo, aún no ha avalado la adjudicación definitiva. "En las últimas conversaciones con el Ministerio nos pusieron como referencia el mes de diciembre, así que estamos a la espera", explican fuentes municipales.

Y hasta que no el Ayuntamiento no disponga de ese dinero, que supone el 60 por ciento del total del presupuesto de ejecución (842.000 euros), no publicará la contratación de las obras. Los técnicos municipales ya tienen los pliegos de condiciones del proyecto ultimado y listos para la licitación. El palacio de Maqua, una vez sea rehabilitado, albergará un nuevo centro de empresas y las aulas del proyecto para enseñar español para extranjeros -si finalmente sale adelante en el Pleno de la Corporación municipal-. El proyecto urbanístico ya cuenta con el visto bueno del Consejo de Patrimonio del Principado de Asturias, que valoró especialmente la actuación de recuperación del patio de madera del palacio, uno de sus elementos más significativos del edificio, sin uso desde hace años.

La misión para recuperar el lustre del edificio -construido entre 1853 y 1857 y declarado Bien de Interés Cultural en 1991- no será sencilla. Los años han provocado importantes desperfectos en la estructura y en la madera. Ahora, la actuación municipal incluye la retirada completa de los suelos de madera no originales con el fin de verificar el estado de la estructura y proceder a su reparación así como la sustitución de la fachada interior del patio de luces. También la redistribución interior, "para recuperar la configuración original y dotarlo de los aseos e instalaciones complementarias necesarias", y la instalación de un ascensor para la eliminación de barreras arquitectónicas.

El proyecto de los técnicos del Ayuntamiento de Avilés propone otros trabajos en el inmueble, como el acondicionamiento de los revestimientos y acabados interiores y la restauración de los elementos decorativos de relevancia (pinturas y carpinterías); la incorporación de las instalaciones de baja tensión, voz y datos y climatización -conforme a los usos previstos en cada planta- atendiendo a su integración respetando los valores arquitectónicos; la sustitución y reparación de la portería y carpintería exterior y, finalmente, la pintura de las fachadas exteriores. La parte posterior del palacio fue rehabilitada en 2010 y acoge las oficinas de la empresa mixta "Aguas de Avilés".

El palacio de Maqua, ubicado en la zona señera de la calle La Cámara, cuenta con un largo historial de usos. Tras su construcción fue residencia familiar de los Maqua; los últimos que allí vivieron fueron José María Maqua y su esposa, Enma Pacheco, tras la guerra civil española. Después fue sede del colegio Santo Ángel durante casi medio siglo y, desde que lo adquirió el Ayuntamiento, en 1983, acogió desde el Centro de Profesores y Recursos (CPR) hasta el negociado de quintas, cuando el servicio militar era aún obligatorio en España.

Hasta 2007, alojó los servicios de Mujer, Juventud y gestión urbanística municipales. Desde entonces, nada. El gobierno de Pilar Varela, en 2011, lo sacó a la venta para conseguir fondos municipales a través de la enajenación de propiedades municipales, pero no se presentó postor alguno y paralizó su comercialización.