Los empresarios asturianos del sector de las autoescuelas trabajan en dos proyectos con los que aspiran a diversificar su actividad, hasta ahora fundamentada en enseñar a conducir a quienes quieren sacarse el carné. La primera línea de acción tiene como público objetivo a los trabajadores de las empresas, víctimas del 89 por ciento de los accidentes registrados (la suma de los producidos "in itinere" o "en misión"). Y la segunda va dirigida a las personas mayores, esos conductores que desean seguir al volante superados los 70 años pero dudan de sus capacidades o sienten inseguridad, ya sea por los cambios normativos o por las novedades circulatorias.

El presidente de la Unión de Empresarios de Autoescuelas de Asturias (UAEA), Rubén Castro Iglesias, defendió ayer en Avilés, con motivo de la celebración de una jornada técnica dedicada a la seguridad vial laboral, la conveniencia de que las empresas, y más especialmente las pymes, "pues las grandes ya están sensibilizadas", formen a sus trabajadores en materia de seguridad al volante.

El portavoz de la asociación que agrupa a 148 de las 169 autoescuelas que funcionan en Asturias defendió que "la inversión en seguridad vial dentro de una empresa se traduce en un ahorro de costes sociales, así sea solo porque evitar accidentes reduce los días de baja derivados de posibles lesiones". A modo de ejemplo, Castro Iglesias comentó que un taller de tres horas para enseñar a los trabajadores que conducen el correcto uso del reposacabezas "evitaría un sinfín de lesiones medulares que tienen un coste social abrumador".

El colectivo de mayores también está en el punto de mira de los empresarios de autoescuelas, en este caso en la presunción de que son candidatos a formación que actualice sus conocimientos y capacidades. A este respecto, el presidente de la UAEA "La realidad del tráfico es cambiante, tanto en las carreteras como en la legislación. Y a partir de cierta edad, a muchas personas les vendría bien un curso de reciclaje que les dé seguridad para seguir conduciendo. Siempre pongo el ejemplo de cuando Gabino de Lorenzo lleno Oviedo de rotondas... Al principio aquello era un caos porque nos pilló de nuevas; hoy en día, quien más y quien menos circula por ellas con seguridad".

Según la patronal de las autoescuelas del Principado, el sector ha recuperado la normalidad tras la huelga de examinadores que hace ahora un año generó un colapso monumental en el proceso para la obtención del carné de conducir. En cuanto al impacto de la crisis en el número de autoescuelas, Castro Iglesias reseñó que ni mucho menos se ha recuperado la cifra de 249 empresas abiertas que llegó a haber en tiempos de bonanza pero que, al menos, "se ha frenado la sangría de cierres".

Estando la jornada de ayer dedicada a la seguridad vial en el ámbito laboral, no quiso faltar a la cita la directora del Instituto Asturiano de Prevención Laboral, Myriam Hernández, quien apeló a la "responsabilidad social" de las empresas para animarlas a "implicarse decididamente en la seguridad vial, poniendo los medios para que sus trabajadores tengan medios a su alcance para ser conductores más seguros y responsables". Según Hernández, evitar accidentes en las carreteras "es una misión transversal, implica tanto a las administraciones como a los usuarios de las vías públicas como a los agentes intermedios, en este caso las empresas".

La jefa provincial de Tráfico de Asturias, Raquel Casado, presidió la clausura de la jornada, en la que puso énfasis en la necesidad de respetar a todos los usuarios de las vías para reducir el número de accidentes, "y en especial las formas de movilidad más débiles: los motociclistas, los ciclistas, los patinadores y los peatones". Casado, a preguntas de este diario, hizo balance de siniestralidad en las carreteras asturianas: "A día de hoy llevamos tantos accidentes mortales como el año pasado en la misma fecha: 22. Pero, desgraciadamente, la cifra de muertos es mayor: 29 por los 22 computados en 2017. Es decir, mismo número de accidentes pero con más víctimas".

Preguntada por la infracción a volante que más preocupa en la actualidad a Tráfico, Raquel Casado coincidió con el punto de vista del portavoz del sector de las autoescuelas: "El uso del teléfono móvil mientras se conduce, y no precisamente por la función de hablar, sino por otras aplicaciones como el WhatsApp". Un mal hábito que Tráfico persigue, que causa accidentes porque distrae a los conductores y que se suma a las consabidas prácticas a evitar como el consumo de alcohol y drogas y el exceso de velocidad.