"La noche en la mina" recordó el pasado 24 de agosto la visita que 160 años atrás realizó a Arnao la reina Isabel II. El Museo de la Mina, antes de cerrar el año, organiza el sábado 10 de noviembre una jornada para conmemorar el descenso de la monarca española a las galerías que realizó el 24 de agosto de 1958 y se convirtió en la primera mujer que se adentraba en un pozo minero.

El día 10 se organizarán dos actividades diferentes. "La noche en la mina" que consistirá en la visita a las galerías, sin luz eléctrica, con iluminación de candiles para simular la vida de los mineros en el siglo XIX en el interior del pozo. Los descensos se realizarán a las 11.15, 12.15 y 13.15 horas. El precio es de cinco euros para los adultos y 2,75 euros para los niños.

Ese mismo día a las 20.00 horas, en la sala de usos múltiples ubicada en lo que fue el casino obrero de la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) se celebrará un concierto a cargo del grupo de Cámara "Il Trattenimento". El precio de las localidades es de 6.35 euros y con cada entrada se regalarán cuatro postales de la mina de Arnao. Tanto para las visitas a la mina como para el concierto, las plazas son limitadas por lo que es imprescindible la reserva previa en el teléfono del museo 985507799 o en el propio museo. Los lunes cierra por descanso del personal.

La mina de Arnao es un pozo de datos para la historia española del siglo XIX como la visita que realizó a la mina la reina de España Isabel II acompañada de su esposo el infante Francisco de Asís de Borbón, el 24 de agosto de 1858. Isabel II recorrió Asturias durante todo el mes de agosto, 15 años después de que, en noviembre de 1833, su madre la reina regente María Cristina firmara una real orden por la que otorgaba la denominación de Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón, así como el privilegio de hacer figurar el escudo de armas en la empresa.

La joven reina que cuando llegó a Arnao tenía 28 años, no quiso perderse la experiencia de bajar a una mina, además se trataba del primer pozo submarino de Asturias. Isabel II y el rey consorte habían pernoctado en Avilés. Cuando llegaron a Arnao nadie del séquito esperaba que la reina decidiera descender por la caña del pozo hasta las entrañas mineras, pero así fue. Isabel II, según cuentan las crónicas de la época, desoyó los consejos de los técnicos que la acompañaban, que pretendían realizar un reconocimiento del terreno. La reina recorrió más de 200 metros de galerías. En los archivos de Asturiana de Zinc (Azsa), se guardan el busto y la placa de la reina que conmemoran su paso por la zona. Más de 40 años después de la llegada de Isabel II, su nieto el rey Alfonso XIII, también visitó Arnao.