La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Recorrido por varios tesoros de un tipo de arte único

El Prerrománico se asoma a la comarca

Numerosas piezas poco conocidas del arte del Reino de Asturias, la mayoría ventanas, decoran edificios en varios concejos de la zona

El Prerrománico se asoma a la comarca MARÍA FUENTES

Myriam MANCISIDOR

Una ventana altomedieval en una iglesia de época posterior es sinónimo de belleza, cultura y patrimonio. De esos "testimonios" artísticos, hay unos cuantos en la comarca avilesina, donde se conservan vestigios del arte Prerrománico asturiano, un estilo vinculado al Reino de Asturias que se desarrolló entre finales del siglo VIII y comienzos del X, cuando es sustituido por el románico llegado de Francia, y que tiene grandes exponentes en Oviedo, Villaviciosa o Lena, con algunos edificios que son patrimonio de la Humanidad desde hace décadas y muy populares entre los asturianos, como Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo o Santa Cristina.

Todos los amantes de este arte pueden viajar al pasado entre capiteles, ventanas , fragmentos de cancel o pilas bautismales en diferentes lugares de la comarca, sobremanera, en Avilés, Castrillón y Gozón. Todo un recorrido por un patrimonio que es desconocido para buena parte de los vecinos de estos concejos y del resto de Asturias.

En Raíces, Castrillón, en el castillo de Gauzón, se halló recientemente un capitel troncopiramidal labrado en piedra arenisca, con decoración de sogueado en el collarino y que conserva el inicio del fuste. "Es una pieza característica del Prerrománico asturiano que conocíamos muy bien, especialmente en edificios religiosos, pero en esta ocasión hablamos de un castillo, algo único en el panorama arqueológico hasta la fecha", explicaron días atrás los arqueólogos Iván Muñiz y Alejandro García, que valoraron la pieza: "Es un icono del Prerrománico asturiano". Dicen que el capitel es similar a los de Valdediós (Villaviciosa).

Pero en Castrillón hay mucho más Prerrománico. En el templo de San Martín de Laspra, en el lado noroeste, se encuentra adosada una pequeña ventana bífora tallada en un bloque de piedra y fechada entre los siglos IX y XI. Cabe señalar, como dato curioso de esta iglesia, su posible emplazamiento sobre un templo anterior posiblemente de época romana como lo confirmaría el haberse encontrado en su interior una curiosa ara que muy probablemente estuviese dedicada al culto mitraico (una religión mistérica muy difundida en el Imperio romano entre los siglos I y IV d. C. en que se rendía culto a una divinidad llamada Mitra y que tuvo especial implantación entre los soldados romanos). "Según la teoría de Iván Muñiz (arqueólogo), probablemente esta ventana proceda de la iglesia del castillo de Gauzón, una iglesia muy importante que tenía la advocación de San Salvador, igual que la iglesia catedralicia de Oviedo", explica el historiador del arte Rubén Domínguez, miembro del grupo Alfoz de Gauzón.

También en Castrillón, en la iglesia de San Cipriano, en El Cuadro, se puede observar una ventana bífora que no tiene datación, pero con indudable factura prerrománica. Está situada en la capilla del vestíbulo. "En Pillarno, había un monasterio y esa iglesia es probable que venga de ahí", subraya Domínguez, que tiene constancia de otra ventana en la iglesia de Bañugues, aunque de esta solo queda una fotografía. ¿La razón? Este objeto altomedieval desapareció.

Sin salir del concejo castrillonense se puede encontrar otra pieza del arte asturiano en el Ayuntamiento: una pila bautismal que decora la entrada principal del Consistorio. Se trata de una estructura monolítica que tiene una cruz tallada en el frente.

De Castrillón a Avilés, a San Lorenzo de Cortina, en Llaranes. En este caso, cabe destacar, en la ermita del siglo XVII (aunque sea de origen Prerrománico), una ventana geminada de dos vanos de herradura en su portada principal. "La ventana se puede datar en el siglo X", dice Domínguez. Este hueco está situado en la fachada oeste, encima de la puerta de entrada. "Es distinta a las de Laspra y Pillarno por la decoración que tiene", apunta el historiador del arte.

También en Avilés existe un fragmento de cancel en caliza blanca en el claustro de la Iglesia de San Nicolás de Bari en Avilés. Fue encontrado durante unas obras en 1867. Está decorado con una banda ancha en la que está inscrito un tallo doble de vid cuyas ondulaciones albergan pámpanos y racimos (similar a la de otro de Santa Cristina de Lena y otro de Santa María de Bendones); los primeros, muy esquemáticos, están formados por acanaladuras paralelas, y los segundos por un tosco corazón relleno de círculos tallados en relieve, según explican en Asturnatura.

"Su ubicación ahora no tiene nada que ver con la original", dice Rubén Domínguez, que tiene localizados restos del arte Prerrománico asturiano en el cementerio de Heres, en Gozón, y Quiloño, en Castrillón. "Desde el Alfoz de Gauzón trabajaremos también este patrimonio y vamos a procurar acercárselo a la gente para que sepa lo que tiene en sus pueblos", concluye el especialista.

Compartir el artículo

stats