"Es blanca, gorda, buena". La angula del Nalón vale su peso en oro, pero el primer lote de la costera se ruló a primera hora de ayer casi como si fuera una baratija (a 509 euros el kilo, 429 menos que en 2017) en comparación con el registrado el viernes en Ribadesella, que alcanzó los 4.970 euros. Los anguleros mostraron su disgusto, aunque coincidieron: "Lo importante es que durante toda la campaña el precio esté entre los 300 y 500 euros el kilo". Lo que no podían ocultar era la satisfacción porque este "oscuro" -noche sin Luna propicia para la pesquería- viene con angulas: ayer subastaron un total de 24 kilos; en Ribadesella, en la primera jornada, 15. El precio medio de la viva fue de 486,73 euros y el de la muerta 379.

Pura Alvaré, mayorista de La Arena, se hizo con el primer lote de la temporada (5 kilos) y algo más para cubrir encargos. "El precio que se pagó en Ribadesella no es real, es una publicidad para un restaurante, pero no es la realidad de la angula". A su modo de ver, en la rula de La Arena se podrían alcanzar precios desorbitados en la primera subasta de presentarse algún hostelero. "Los que somos compradores habituales no nos podemos permitir el lujo de pagar casi cinco mil euros por un kilo de angula porque, además, no tiene justificación ni se podría comercializar", añadió esta mujer que dio el alto a la subasta, que empezó en 6.000 euros, con el contador en 509 euros. "Compré a este precio más por orgullo que por otra cosa", dijo. Las primeras angulas fueron para Casa Lin, en Avilés.

La subasta inaugural de angula en la ría del Nalón fue, como cada año, una fiesta. La lonja arenesca abrió sus puertas a las nueve de la mañana, pero los anguleros se hicieron de rogar. Media hora después llevó el primer medio kilo Pablo Riesgo González, de Pravia, uno de los 48 anguleros de tierra . "La cogí en la zona media alta del Nalón", dijo. Luego, Carlos de las Heras, uno de los 36 con licencia para faenar con motora, llevó unos dos kilos pescados en la dársena de San Esteban. "Pescaría un kilo cada lancha, más o menos, así que es un buen comienzo. Las expectativas son muchas, pero nosotros no somos los que mandamos", manifestó el joven, natural de Gijón. Ramón Váscones también se presentó en la rula con la angula cogida de madrugada por su nieto, Juan Diego, de Soto del Barco.

Hasta La Arena también se desplazaron a vender Antonio León y Marino Sanz, aunque estos con angula pescada en Gijón "a terrazón". "Vinimos aquí y esperábamos algún comprador valiente, el precio del primer lote ha sido bajo", sentenciaron, resignados. En total doce anguleros subastaron en la recién remozada lonja de La Arena 24,100 kilos. También hubo subastas en la rula de Cudillero y pesaje en Soto del Barco.

Los responsables del plan de gestión del Nalón -las cofradías de La Arena y Cudillero- optaron por comenzar la temporada con descanso para que así el inicio coincidiera con las mareas más altas, según explicó el patrón mayor de San Juan de La Arena, Eloy Sopeña. Tras la subasta -que recordó a las de antaño, a voz, al averiarse el contador- los pescadores lavaron y pesaron el "oro blanco" del Nalón en una nave próxima. Luego la angula inició un nuevo viaje, en esta ocasión hacia restaurantes asturianos y también de fuera de la región.

Ahora los anguleros esperan capturar el máximo posible de angulas y que el precio se mantenga "dentro de unos límites razonables". Los pescadores ya curtidos como Pablo Riesgo ya tienen calculado hasta cuántas angulas vivas hay en un kilo: "unas 3.000". Y es que en esto de la angula, la unidad cuenta. Más si se vende en la denominada capital angulera de Asturias.