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El químico ejemplar que suspendía

Ignacio García, profesor en La Magdalena y premio de dos sociedades nacionales por sus clases, renqueaba en números hasta que dio en Luanco con el docente Carlos Barragán: "El que enseña es fundamental"

Luis Ignacio García González, en el laboratorio del Instituto de La Magdalena donde imparte las clases de Física y Química. MIKI LÓPEZ

Luis Ignacio García González es un apasionado de la enseñanza desde que se formaba en las aulas de la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo, allá por los años setenta. Entonces, ya tenía claro qué rumbo tomaría su futuro. El trabajo como docente (imparte clases de Física y Química en el instituto de La Magdalena) le ha sido reconocido en dos ocasiones. En 2014, la Real Sociedad Española de Química le otorgó el Premio Divulgación a Profesores de Enseñanzas Preuniversitarias y, hace unos días, la Real Sociedad Española de Física y la Fundación BBVA le han concedido el Premio Enseñanza y Divulgación de la Física en Enseñanza Secundaria. Fue propuesto para este último galardón en tres ocasiones anteriores por parte de la delegación territorial en Asturias de la institución promotora del mismo. En un empeño por reconocer el trabajo de Nacho García, volvió a repetir la petición y en esta ocasión ha sido acogida con éxito por los miembros del jurado. El 12 de diciembre recogerá el premio en Madrid.

"Creo que ha sido determinante para la concesión del premio la presencia en el instituto, el año pasado, de Rainer Weiss, premio Nobel de Física y de Investigación Princesa de Asturias. Así se lo comuniqué al profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston a través de un correo electrónico en el que le di las gracias y al que respondió en dos horas; me dio la enhorabuena y dijo que tenía en la estantería de su despacho la molécula de propano bautizada como Propanín que le regalamos el día que estuvo en el centro", relata Nacho García, sorprendido por el rápido y entrañable mensaje del científico. "Su investigación confirma lo que quedaba por confirmar de la teoría de la relatividad de Einstein, para ello midió lo inmedible", añade.

Nacho García no es un profesor al uso, sus métodos de enseñanza distan mucho de los modelos convencionales, con los que consigue despertar el interés por la física y la química en alumnos que obtienen muy buenos resultados en las evaluaciones. Imparte las clases siempre en el laboratorio y explica ambas materias "desde la experiencia", resalta. No utiliza libros de texto y los estudiantes que lo desean tienen a su disposición apuntes en la página FisQuiWeb que él ha creado con materiales que elabora personalmente y que alcanza el millón de visitas.

"Pasamos la clase resolviendo problemas virtuales", apunta, para recalcar que el primer objetivo que tiene con los alumnos es "enseñarles a pensar". "Cada vez se memoriza menos y lo que debemos hacer los profesores es enseñar a manejar la información, a discernir la veraz de la inventada, de la brujería que abunda en la red, caso de las cientos de páginas dedicadas al agua imantada, a la homeopatía o al catalán que dice curar el autismo con hipoclorito; vivimos en un mundo hipercomunicado y la enseñanza de la ciencia y la tecnología es muy importante", indica.

Natural de Luanco, en cuyo instituto estudió el Bachillerato, fue docente y también director coincidiendo con la etapa de ampliación del edificio, García suspendía Matemáticas hasta que en cuarto de Bachillerato empezó a comprenderlas de la mano del profesor Carlos Barragán, de Candás, persona determinante en su formación y en la elección de los estudios universitarios. "Hasta entonces pensaba que el mundo se dividía entre la gente que tiene habilidad con las Matemáticas y los que no las entienden, como era mi caso y es el de cientos de estudiantes", indica. La ayuda de Barragán, al que tiene presente en la memoria, le hizo comprender "lo importante que es nuestra labor para que los chavales odien o amen una asignatura; los profesores influimos mucho para bien o para mal", manifiesta este defensor a ultranza de la investigación y crítico con los recortes en educación e investigación. "Somos el país del sol, en 2008 éramos punteros en investigación solar y ahora, con los recortes y la marcha de los investigadores, es Alemania la que está a la cabeza porque no redujo inversiones; los países no investigan porque son ricos, son ricos porque investigan", afirma, al tiempo que lamenta de la fuga de talentos y comenta la alta empleabilidad de los titulados en Física y Matemáticas.

El afán por divulgar la ciencia, por llegar a los jóvenes e inculcar en ellos el interés hacia la investigación le ha llevado a crear FisQuiWeb, que reconoce le exige un elevado número de horas de trabajo y para su puesta en marcha tuvo que aprender programación. Este alojamiento recibe una media de diez mil visitas al mes y la utilizan profesores, padres y alumnos de toda España y Latinoamérica. Nacho García quiere compartir con la sociedad los textos, las prácticas de laboratorio, las biografías de científicos y todo el material que cuelga en la página. El agradecimiento por tal acto de generosidad se refleja en los miles de tuits y mensajes que recibe a través de las redes sociales, donde le dan las gracias por compartir conocimientos y le felicitan por el premio que acaba de recibir.

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