La exposición "Pulpitum. Historia de la enseñanza en Llaranes a través del mobiliario escolar original" aflora los recuerdos educativos de los niños y jóvenes de los años cincuenta y sesenta, como quedó de manifiesto por los comentarios vertidos por el público durante su inauguración, ayer, en el edificio de educación infantil del colegio público de Llaranes, en la antigua escuela de niñas. Reúne dos pupitres, una mesa de profesor, instrumental de dibujo de madera (escuadra, cartabón y compás), un secretaire, cartillas Rubio, un mapa de pared, dos plinton y un potro, entre otros elementos muy cercanos y entrañables para muchos visitantes.

"Al ver estos objetos se reviven muchos momentos de la infancia que aunque pasen los años nunca se olvidan", coincidían en señalar los asistentes a la apertura de la exhibición, que se complementa con carteles explicativos que ayudan a entender cómo era la educación de hace poco más de medio siglo en Llaranes. Comisariada por el historiador del arte Rubén Domínguez Rodríguez y por el arquitecto Daniel Fernández García, la muestra surgió al inventariar el mobiliario original que se conserva de los dos centros escolares que puso en marcha Ensidesa en los años cincuenta: el de los Padres Salesianos (masculino) y el de María Milagrosa, regentado por las Hijas de la Caridad (femenino).

El acto de inauguración sumó una visita guiada dirigida por Domínguez en la que ofreció un recorrido por la enseñanza en Llaranes, desde la primera escuela nacional en la Segunda República, continuar por los colegios masculino y femenino y hacer referencia a los tubos, singular construcción que albergó temporalmente a los alumnos y de los que se exhibe una maqueta realizada en 3-D. "El objetivo de esta exposición es saber de dónde viene la educación en el poblado", aclaró Domínguez, que estuvo acompañado por David Artime, director del colegio de Llaranes.