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FELIPE ROMERA | Presidente de la Asociación de Parques Tecnológicos de España (APTE) | Un importante cónclave sobre innovación en la ciudad

"Donde hay un parque tecnológico, la economía crece entre un tres y un cuatro por ciento más"

"Si a las mujeres no se les conciencia ya para que hagan estudios científicos, crearemos una brecha espectacular con respecto a los hombres"

Felipe Romera, ayer, en el Centro Niemeyer. MARÍA FUENTES

Avilés es estos días la capital de los parques científicos y tecnológicos de España. Ayer, el Niemeyer acogió la asamblea general de la asociación de estos espacios y hoy, una conferencia internacional bajo el título "Industria 4.0 más conectada, más sostenible". Felipe Romera es el presidente del colectivo a nivel nacional.

- ¿ La transformación digital es el futuro?

-Sin lugar a dudas. Eso se llama industria 4.0.: la cuarta revolución industrial. De pronto, ha florecido un grupo de tecnologías disruptivas que se están desarrollando al mismo tiempo: big data, inteligencia artificial, robótica... Se juntan todas al mismo tiempo e interactúan y crean una situación de conflicto, de oportunidades y de incertidumbre tan grande que está cambiando absolutamente todo.

- Y los parques tecnológicos, ¿qué papel juegan en ese contexto?

-Son lugares donde se ubican las empresas que están desarrollando las tecnologías disruptivas y que tienen gran capacidad de creación de empleo y de interactuar en el cambio. Estas empresas, con el apoyo de la Universidad, consiguen desarrollarse y son la punta de lanza de la nueva economía productiva, que es lo que necesita este país y que si no lo hace, perderá competitividad y tendrá muchas más dificultades para subsistir. Normalmente, en los lugares donde hay un parque, la economía del entorno crece entre un tres y un cuatro por ciento, o más. Los parques pretenden distribuir ese conocimiento a todas las empresas, también fuera de los parques.

- ¿Es importante las implicación de las ciudades?

-Es que las ciudades son el hábitat. Los parques inicialmente se desarrollaron fuera. Luego, la propia Asociación Internacional de Parques, en 2002, definió la idea de cómo las ciudades se trasforman en parques, y es un planteamiento que tiene mucha fuerza porque las empresas tecnológicas no necesitan grandes infraestructuras, sino pequeños espacios que son compatibles con el hábitat. Es un nuevo paradigma que hay que ir desarrollando, pero que representa la avanzadilla de lo que puede ser la ciudad en los próximos 15 o 20 años.

- ¿Cómo valora el esfuerzo de Avilés para incorporarse a este nuevo concepto?

-El parque de Avilés es uno de los más recientes y llega con mucho ímpetu. Tiene varios atributos importantes. El primero, que el ser de los últimos significa que puede conocer lo que ha ido bien y mal de otras experiencias. Además, se beneficia de cómo es Avilés, un gran recinto industrial donde las tecnologías disruptivas pueden ser muy interesantes para el desarrollo industrial 4.0 por cómo se transforma la industria tradicional en avanzada, lo que genera nuevas empresas que ayudan al desarrollo de la propia ciudad.

- Para que eso tenga futuro, hay que "captar" a los más jóvenes. ¿Cómo se consigue inculcarles la sensibilidad tecnológica?

-Uno de los grandes problemas que hay es que las vocaciones en los conocimientos tecnológicos no son muy apreciadas en la juventud, pero van a ser su fuente de desarrollo, de empleo, en los próximos años. De eso no hay duda. Y de hecho uno los problemas que surgen en las empresas tecnológicas es la falta de personal. Pero lo más preocupante es que las mujeres prácticamente no entran en esos estudios y eso es una brecha espectacular. Si a las mujeres no se les conciencia en que estudien estas carreras tecnológicas, va a haber una gran discriminación hombre/mujer. Es fundamental concienciar a las niñas para que estudien estas carreras.

- Un paso importante también es la internacionalización.

-Una empresa que surge en Avilés con el objetivo de dar servicios a una empresa de aquí no se puede contentar solo con eso, tiene que pensar en global y desarrollar actividades por todo el mundo. Es un elemento clave. Es más difícil hacerlo que decirlo, pero no cabe duda de que es un elemento de futuro fundamental.

- ¿Es fundamental la colaboración de grandes empresas con las startups?

-Es la clave. Estas empresas pequeñas, tecnológicas, son las que tienen que ayudar a las grandes a transformarse. La capacidad de una startup es mucho más dinámica que la de una gran empresa.

- ¿Cuesta demasiado a las empresas tradicionales dar ese paso hacia la colaboración con las tecnológicas?

-Mucho. Porque todo aquello que supone cambios supone un esfuerzo. Normalmente las empresas, las personas, vivimos en nuestra zona de confort y esta cuarta revolución industrial viene a tirar ese sistema para meternos en otro lleno de incertidumbre. Y nadie quiere la incertidumbre. Pero tiene más riesgo quedarte parado que meterte en esta incertidumbre. La incertidumbre de no hacer nada te lleva al fracaso irremediable; la incertidumbre de hacer cosas, te puede llevar al fracaso, pero también forma parte del éxito. No hay opción.

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