El abogado del padre acusado de pedir fotos desnuda a su hija menor a través de Instagram ha defendido esta mañana que el progenitor "solo quería ponerla prueba y darle una lección". "El padre reconoce los hechos en cuanto que creó un perfil falso en Instagram para solicitar fotos a su hija pero, hay que contextualizarlo en una situación previa que ha quedado acreditado en el juicio, la menor venía subiendo de manera reiterada fotos de alto contenido sexual en las redes sociales", señaló el letrado, que destacó además que las imágenes en cuestión "nunca se llegaron a enviar" y que la relación entre el padre y la niña, entonces de 14 años hoy de 16, "era normal". "La niña residía con sus abuelos, si hubiera una comunicación más fluida podían no ocurrir estos hechos". La acusación, por su parte, mantiene la acusación tras el juicio celebrado esta mañana a puerta cerrada en el Juzgado de lo penal número 2 de Avilés. La Fiscalía pide un año de prisión para el progenitor y la acusación sube esa pena hasta 2 años y un día además de un orden de alejamiento y la prohibición de comunicación.

La letrada de la acusación defiende que "hay conductas y peticiones -como las llevadas a cabo por el padre- que exceden de una función educacional y protectora de un padre de familia, no se puede tolerar todo para conseguir un fin". "Quedó acreditado que el progenitor tenía dos cuentas de instagram con perfiles falsos, desde las que le pidió fotos de caracter sexual además de posturas y gestos. Ahora hay que dilucidar si había carácter sexual o era por protección de la menor", señaló la abogada de la menor. La pequeña tiene actualmente 16 años y afronta el caso "con nerviosismo y con un nivel de ansiedad alto con ganas de que acabe todo", según palabras de la abogada.