La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, repartió juego ayer por la mañana desde Andalucía. Señaló directamente a la multinacional Alcoa en el día en que había de retomar la negociación de los despidos masivos de sus empleados en las plantas de Avilés y La Coruña. Dijo Maroto a los periodistas que si la aluminera "mantiene la situación de bloqueo, será la responsable de la pérdida de muchos empleos y de la actividad productiva".

Esto mismo es lo que Raúl Blanco, el secretario general de Industria, trasladó a los representantes de los comités de empresa y de las federaciones de Industria de los sindicatos UGT y CC OO. Con ellos se reunió después de comer, fue el prólogo al largo encuentro de la mesa tripartita, la que tiene que traer la solución a la amenaza de cierre de dos fábricas que dan empleo a setecientas personas.

La multinacional estadounidense Alcoa, sin embargo, negó que sean ellos los que no quieren negociar una solución. "Prueba de que queremos hacerlo es que accedimos a ampliar el período de consultas hasta el día 15 de enero, más del doble de días de lo que permite la ley", señaló una portavoz de la compañía. "Estamos dispuestos a vender las dos fábricas de ahí nuestro acuerdo con Goldman Sachs. Durante el pasado año atendimos varias demandas, pero ninguna se concretó en una oferta clara. Por supuesto, ninguna de ella en estas últimas semanas", apostilló la misma portavoz. Blanco insistió a los trabajadores que la estrategia del Gobierno de España está en activar en el decreto de las industrias electrointensivas.