El depósito de ácido sulfúrico que ha construido la multinacional Fertiberia en los muelles de Valliniello, en la margen derecha de la ría, empezará a operar para la fábrica de Trasona en la semana del próximo 25 de febrero. Para entonces, la compañía espera la llegada de un navío cargado con algo más de 7.000 toneladas de materia prima. Este buque, el primero fletado para este fin, llegará de Hamburgo, en Alemania.
El almacén de ácido tiene una capacidad de 12.000 toneladas. La compañía del grupo Villar Mir ha considerado crucial poder contar con una instalación de este calibre en su entorno para no tener que depender únicamente de su proveedor principal: la empresa Asturiana de Zinc (Azsa).
La fundidora de Glencore produce de manera principal cinc metal a partir de cinc mineral. Para llevar a cabo este proceso somete la materia prima a tostación, que genera, de manera secundaria, dos gases que, con agua, devienen en ácido sulfúrico. La empresa del grupo Glencore también comercializa esta sustancia (en la comarca de Avilés tiene dos clientes señalados: aparte de Fertiberia, cuenta con Chemastur, que bebe directamente de la fundidora de cinc).
La puesta en marcha del depósito de ácido sulfúrico se debe a razones "estratégico-comerciales", según explicó el director de la planta. La fábrica de Trasona de la multinacional Fertiberia produce y distribuye de manera principal nitrosulfato amónico, un tipo de abonos muy demandados por los agricultores. Para llevar a cabo esto, precisa de forma fundamental ácido sulfúrico. "No podemos limitarnos a un único proveedor", explicó Jesús Alberto González, el director de la planta de Trasona. Con el depósito de Valliniello, la fábrica corverana puede hacer frente a "posibles paradas eventuales" del gigante del cinc.
El depósito de ácido de Valliniello llega a 12.000 toneladas porque, precisamente, son las que consume en un mes la fábrica de Trasona. En el momento presente, el ácido sulfúrico que adquiere la fábrica de fertilizante a Azsa llega a Trasona en camiones. La instalación de los muelles avilesinos ha sido una de las ambiciones de la planta. Entre la solicitud de los permisos (a la Autoridad Portuaria de Avilés: el suelo en el que se levanta es de interés público) y su construcción, las obras han durado más de un año.
